Yolanda Díaz saca pecho un año después de la reforma laboral: “Es un ejemplo para todo el mundo” | Economía

Este miércoles hace un año de la aprobación por el Consejo de Ministros de la reforma laboral. La norma, que luego salió adelante en el Congreso tras una carambola legislativa —voto telemático erróneo mediante— los tres millones, dos cifras que no se veían desde 2008. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha enarbolado estos datos para defender el «éxito» de la reforma en una rueda de prensa en la sede del Ministerio.

“Se ha acabado el bipartidismo en las políticas laborales en este país”, ha afirmado la también vicepresidenta segunda del Gobierno, que ha defendido que en España se han hecho 52 reformas laborales “que caminaban en una única dirección: desregular el mercado de trabajo y recortar los derechos de los trabajadores”. “Recuerden aquel presidente del Gobierno que soñaba con un país con 20 millones de trabajadores”, ha señalado Díaz en referencia a una de las promesas electorales de Mariano Rajoy en la campaña de 2016.

Cumplido aquel hito, y con mejoras notables en paro y paro juvenil —con más de 2,9 millones de jóvenes trabajando, la plus cifra desde 2011— el recorrido para equipararse con la eurozona es largo: España sigue a la cabeza de Europa en desempleo (12,5%) y prácticamente duplicó los medios comunitarios del 6,5%, según los últimos datos registrados por Eurostat. En desempleo juvenil (menores de 25 años) también lidera la zona euro, con una tasa del 32,3% que duplica igualmente la media comunitaria.

Temporalidad

El desempleo y la temporalidad son los dos grandes lastres históricos del mercado laboral español. Esta última estaba en el centro de la reforma y, desde su aprobación, la brecha de temporalidad entre España y la UE ha caído a mínimos históricos. La tasa en el sector privado ha bajado 7 puntos en el último año, hasta el 17,5%, su mejor dato de la serie histórica. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en el tercer trimestre había en España un récord de 13,9 millones de empleados con contrato indefinido. Los contratos temporales, por su lado, han disminuido un 30% en los primeros once meses del año. «Somos un poquito más europeos», ha defendido la ministra, que ha cargado este cambio de paradigma: «Es un éxito de nuestro país y de los agentes sociales».

Sin embargo, hay cuestiones que pueden moderar cifras exhibidas por el vicepresidente en este aniversario, como la irrupción de los fijos discontinuos en el mercado laboral. Estos son considerados estadísticamente como indefinidos, porque la relación laboral no cesa aunque el empleado no trabaja y está cobrando el paro. Antes de los residuos, se han multiplicado por más de tres en el mercado laboral. Hasta 212.947 de los contratos indefinidos de noviembre fueron de esta modalidad, lo que supone un aumento del 525% respecto del mismo mes del año pasado.

Tanto de la oposición como de organismos como la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) han reprochado al Gobierno el sistema de cálculo del paro tras la desaparición de los fijos discontinuos, que no cuentan como desempleados aunque no trabajaron. Díaz defendió que la polémica es «artificial» y registró los analistas que «una cosa es la política y otra cosa es el rigor y la ciencia», y que los fijos discontinuos se contabilizan así a nivel europeo.

Pesa a las polémicas, qu’acompañaron la reforma desde su nacimiento, el balance que ha hecho la ministra es indiscutiblemente positivo: “Como ven, no fue necesario seguir recortando derechos. Lo que fue necesario es cambiar la página y abandonar las políticas ya caducas del viejo bipartidismo”. «Desde el primero de los preceptos hasta la última disposición, la reforma laboral recupera derechos y es un ejemplo para el conjunto del mundo», ha concluido.

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