Residuos en desfile desconocido: por qué las constructoras incumplen la ley | Comerciantes

Vista de los escombros que quedaron tras el derribo del estadio Vicente Calderón, en Madrid.Víctor Sainz

La Unión Europea genera más de 2.500 millones de toneladas de residuos al año y los derivados de la construcción y demolición (RCD) ocupan la primera posición del ranking, según datos de Eurostat. España no es ajena a esta realidad; El sector de la edificación se ubica también en primer lugar con el 29.8% del total de residuos que se generan en el país. Para reducirlo, la nueva Ley de Residuos aprobada el pasado mes de abril obliga a separar los cascotes en obra y establece el objetivo de alcanzar el 70% de valorización de los residuos generados por la construcción. Según los resultados de una encuesta elaborada por el Clúster de la Edificación, el 75% de las constructoras incumplen esta ley.

Beatriz de Diego, Experta del Área Técnica de Green Building Council España (GBCe), cree que hay una razón de peso para este incumplimiento: el encarecimiento del coste. «Se complica el proceso y hace falta más espacio en obra para llevar a cabo la separación, que incluye las fracciones de madera, minerales, metales, vidrio, plástico y yeso. elementos”, argumentó. Alfons Ventura, experto del GBCe, también señaló que la separación del yeso representa un verdadero reto, en especial en las obras de rehabilitación en las que se encuentran adheridas al paramento y para su separación se debería repicar con anterioridad a la demolición de cualquier tabique, “lo cual es probable que tampoco se esté cumpliendo”.

La encuesta del Clúster de la Edificación pone porcentajes a las razones por las que se incumple la nueva normativa: falta de incentivos económicos (61%); ausencia de espacio para la separación de los residuos de construcción y demolición (57%); dificultad con los materiales para su reciclabilidad (44%); falta de conciencia y motivación (24%). Miguel García, colider del grupo de trabajo de gestión de residuos y economía circular del Clúster de la Edificación y responsable del Departamento de Prescription de Rockwool, subrayó que el cumplimiento de los objetos marcados por la ley no sólo depende de la constructora, “sino de todos los agentes dentro de la cadena de valor”. Opinión de Juan Diego Berjón, responsable del servicio de tratamiento de residuos en Surge Ambiental, del grupo Sacyr: volumen de generación documental. Falta digitalización para lograr una trazabilidad adecuada y cumplir con la responsabilidad ampliada del productor del residuo”.

Proceso digitalizado

Es importante tener digitalizado el proceso de la trazabilidad de los materiales. “En el desplazamiento y tratamiento de los residuos hay que generar documentación que certifique dicho proceso. Si esta documentación se sigue emitiendo de forma manual, es muy probable que se cometan errores y que haya campos que no queden debidamente cumplimentados”, opinó David Ganuza, también colíder del grupo de trabajo de gestión de residuos y economía circular del Clúster y director de Relaciones Institucionales de Cocircular.

Los expertos creen que el legislador ha perdido la oportunidad de mejorar la situación actual de los vecinos. “Muchas de nuestras normativas no contemplan, en el mayor de los casos, limitan a un porcentaje menor, el empleo de materiales con el adjetivo ‘reciclado’. conjunto, sin discriminar si el material de origen es reciclado o no”, explica Ramiro García, responsable de Innovación y Desarrollo de Sika.

Lo cierto es que para una constructora, el costo de reciclaje de los residuos de construccion es elevado. En un edificio de 80 o 90 vidas, que podría ser el más representativo, subpondría unos 600 euros por inmueble, según datos del Clúster de la Edificación. Y esta cifra resulta sin considerar el coste de la gestión de los residuos de tierras que se produce en la excavación. Se recomienda que el costo de reciclaje no supere el 0,2% del presupuesto de ejecución de material (PEM), «lo cual indica la baja importancia de este capítulo en la planificación de la obra», confirmó Berjón.

“Se determina fundamentalmente que la tributación de los residuos de edificación no refleja el coste ambiental de su ubicación. La Nueva Ley de Residuos establece la tributación de los residuos inertes en tres euros por tonelada, frente a los residuos peligrosos, que será de 15 euros pero la situación se agrava aún más cuando no existe un control sobrio de los residuos que se depositan en vasijas verdes de residuos inertes, siendo estos un lugar muy atractivo donde depositar residuos no peligrosos a una fiscalidad muy baja”, agregó el experto del grupo Sacyr.

Berjón recuerda que la Ley de Residuos da un sentido que todo lo que no se puede recuperar o valorizar no está gravado y se puede depositar en un vertedero sin coste alguno, externalizando los costes ambientales que esto tiene en el medio plazo y desincentivando claramente la separación de residuos en origen. Este contexto hace que la gestión de los RDC se una partida mínima en el presupuesto de una obra.

La rehabilitación de viviendas tampoco está sacando pecho con el reciclaje. Y ello pesa que las actuaciones provenientes de las ayudas de los Next Generation deben garantizar que al menos el 70% (en pesos) de los residuos de construcción y demolición generados sean preparados para la reutilización, el reciclaje y la revalorización de otros materiales . Algo que, aunque no está suponiendo un freno para conceder estas ayudas, sí que es una preocupación extendida en el sector y entre los profesionales, según confirma Juan López-Asiain, director del Gabinete Técnico del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España.

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