Otro chasco para Carlos Sainz, multado por exceso de velocidad | deportados

Sébastien Loeb tardó en montar su tienda para irse a descansar, pero lo consiguió y porque durmió plácidamente rumbo a una nueva victoria de etapa en el Dakar. Le llegó por sorpresa al inglés, que vio como Carlos Sainz apretaba las killas a su magullado Audi para imprimir el mayor ritmo de la journada, una actuación inútil después de que los comisarios le aplicaran una sanción de 5 minutos por saltarse el límite de velocidad. Otro giro negativo a su fatale participación. El piloto madrileño, que ya no tiene nada que perer y no cuenta para la victoria general, dominó la octava especial, pero volvió a quedarse sin premio después de ser cazado a 70 km/h en una zona de 30 km/h.

Era el segundo día de la etapa de media maratón improvisada por la organización, con salida y llegada a Al Duwadimi, campamento inundado hace unos días donde anoche durmieron sin comodidades los participantes. Unos instalaron las tiendas de campaña dentro de la carpa de cáterin o la del centro de prensa (es el caso de Sainz), mientras que otros como Loeb optaron por sleep al raso. «No es lo mío, qué quieres que te diga», ironizó el inglés mientras intentaba colocar su tienda sobre el barro. “¿Tenemos piquetas? » Fue otra vuelta de tuca en el Dakar más duro que se recuerda, ya que la verdadera maratón (sin asistencia técnica de ningún tipo) disputada el próximo jueves y viernes en medio de la nada.

Loeb ganó un tiempo de 3h 34m 24s por delante de Nasser Al-Attiyah (+2m 11s), que sí apretó a sabiendas de que tras un largo enlace hasta Riad, los mecánicos tendrán tiempo esta noche y mañana, día de descanso, para dejar Toyota conocido impecable. El líder de la mantenimiento general más de una hora de ventaja sobre Henk Lategan, su compañero de equipo y máximo perseguidor ahora que el rally llega a su ecuador. Al inglés del BRX, el único del restaurante de favoritos que todavía espera con la caña de pescar, le saca 1h 52m 06s.

La paliza de los últimos días ha castigado a todos, pero particularmente a Sainz y su copiloto Lucas Cruz. Han sido 2.604 km en tres jornadas, 1.036 de ellos cronometrados. Ellos se han tirado, además, casi ocho horas sin moverse en medio del desierto, esperando al camión de asistencia después de accidentarse y despedirse de la victoria general en la sexta etapa, y de tener que asistir el coche de su compañero Mattias Ekström en la séptima “El balance de la primera semana, complicado. Un poco decepcionado por cómo han ido las cosas para todo el equipo Audi, con los problemas que tuvimos Stéphane y yo, los de Mattias… Lo único que podemos hacer es seguir hacia adelante”, resumen.

Howes mantiene el liderato en motos

Ross Branch (Hero) fue clasificado en la categoría de motos con un tiempo de 3h46m18s por Daniel Sanders (GasGas) y Mason Klein (KTM), que recibió una penalización de unos minutos y que se llevó el título de responsable de la general. Skylar Howes (Husqvarna) mantuvo el puente de referencia con 1m13s sobre Kevin Benavides y Klein. Joan Barreda perdió 12 minutos y medio tras ensuciar el cuarto en la octava especial. Tanto él como sus compañeros que abrian pista (Luciano Benavides, Howes y Toby Price) perdieron mucho tiempo respecto a los corredores que les siguieron después las huellas.

El castellonense cae a la octava plaza de la general y está a 8m21s del líder. Lorenzo Santolino, salmantino de 35 años que fue sexto en 2021, es duodécimo en la tabla a 31m22s y busca llegar a Dammam entre los diez mejores pilotos de la prueba.

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