Fútbol americano: El incidente de Damar Hamlin vs. NFL Kicks | deportados

Momento del impacto entre Damar Hamlin (de blanco) y Tee Higgins, de los Bengals (de negro) durante el partido del lunes 2 de enero.DYLAN BUELL (imágenes falsas vía AFP)

Damar Hamlin, el jugador de fútbol americano que desplomó el lunes en medio del campo, mostró este miércoles algunos signos de mayor. Con 24 años, el atleta continúa en una UCI de un hospital especializado en trauma de Cincinnati, ciudad que visita con su equipo, los Buffalo Bills. Los médicos que lo atienden afirman que su situación sigue siendo crítica, pues reciben el 50% del oxígeno qu’ara una máquina de respiración. Su tío, uno de los pocos familiares que ha dado actualizaciones a los medios, dijo que el jugador defensivo tuvo que ser revivido en dos ocasiones tras sufrir un paro de corazón. Una en la cancha del estadio Paul Brown, la otra en el centro de salud. “Tuvieron que usar el desfibrilador”, confirmó a CNN.

El incidente de Hamlin causó consternación en Estados Unidos. El fútbol americano es el deporte más popular y cuenta con algunas de las atletas más resistentes del país. A mediados de diciembre, los Bills triunfaron en casa frente en Miami en un juego con temperatura bajo cero. No fue el primer juego de la temporada disputada en la nieve.

El accidente de Hamlin representó un nuevo problema para la NFL, valorado en 130.000 millones de dólares, según un calculo de Deportivo basado en los activos de las 32 franquicias. La audiencia ha crecido el año pasado un 10% y tiene el mejor rating en seis años. Aún así, se ha visto en vuelta en una nueva polémica por su respuesta a la emergencia sobre el campo.

ESPN ha confirmado que los funcionarios de La Liga ordenaron a los jugadores de Buffalo y Cincinnati que se calentaran por cinco minutos antes de reanudar el juego, que estaba en su primer cuarto. Esto mientras el jugador era atendido en el campo ya pesar de que muchos espectadores atestiguaron una imagen poco frecuente: la entrada de una ambulancia al verde. La información contradice a lo que la liga afirmó el lunes, que no debería retomar el juego. Este sigue suspendido sin que se aclare si será reanudado. La NFL se jugará al final de la semana en el último día de la temporada regular.

El derrumbe de Hamlin provocó un drama directo en un horario de máxima audiencia. Y fue en uno de los encuentros más esperados de la jornada. Las cámaras de televisión mostraron a los duros jugadores consternados. Varios estaban llorando. Los comentaristas apuntaban que no había sido un placaje ilegal, sino un chocque de rutina en un juego conocido por su violencia.

Tre'Davious White, de los Bills, lora junto a su compañero, Mitch Morse, tras el incidente de Hamlin.
Tre’Davious White, de los Bills, lora junto a su compañero, Mitch Morse, tras el incidente de Hamlin.DYLAN BUELL (AFP)

Algunos expertos médicos, que no están tratados al deportista, han descartado que el accidente haya sido tratado de una contusión. Algunos cardiologos especulan con la idea de que Hamlin padecia una afeccion conocida como conmoción cordis, una conmoción que afecta a un corazón sano tras un golpe. La sacudida del musculo es suficiente para sacar de ritmo el bombeo de sangre al cuerpo. Ni los Bills ni la NFL han confirmado que esa sea también la causa de la desesperación.

Este es el más grave de los incidentes de una temporada que ya ha dejado sustos. En septiembre, en una coincidencia que involucra a los dos equipos que jugaron el lunes, el estratega de los Miami Dolphins, Tua Tagovailoa fue empujado cuando jugaba contra los Bills. Cayo de espalda y su nuca golpeó el suelo. Cuando se levantaron, sus rodillas se doblaron y las costó se estabilizaron en pastel. Las imágenes provocaron el pánico en el estadio, apesta a sus síntomas de un posible hematoma en un deporte de emergencias cotidianas. El lanzador fue revisado por los médicos del equipo y volvió a jugar después de minutos. La debilidad de las piernas fue ocasionada por una lesión anterior en la espalda.

Cuatro días después, no obstante, Tagovailoa volvió a jugar. Esta vez frente a los Bengals de Cincinnati. Fue derribado nuevamente y su cabeza volvió a estrellarse contra el piso. Todavía en el suelo, sus dedos se tensaron hacia atrás, reflejo que los expertos consideran una respuesta involuntaria a una lesión cerebral. El momento fue captado por las cámaras de televisión, lo que terminaron muchas críticas a la NFL y al equipo de Miami por permitir jugar a la estrella de ancestry samoana tan pocos días después de la primera lesión. “Estamos indignados por lo que hemos visto en los últimos días y tememos por la salud de uno de nuestros hermanos”, Dijo JC Tretterel presidente de la asociación de jugadores de la liga.

El caso de Tagovailoa ha obligado a la NFL a cambiar sus estándares sobrios, una hoja de ruta de atención médica que deben seguir los equipos. El incidente del jugador de Miami obliga a la liga a incluir la ataxia, una condición que deteriora los músculos y provoca torpezas en los movimientos y dificultad al hablar, en la lista de problemas que descalifican a un jugador para seguir en un partido. Solo una semana después un jugador fue retirado del campamento por sufrir un caso de ataxia. Se trató de Teddy Bridgewater, el suplente de Tagovailoa, quien también abandonó el verde, de manera que los Dolphins se quedaron sin mariscales de campo principal.

Para encontrar ejemplos más recientes, basta con revisar los partidos del último domingo. El defensa de Filadelfia, Josh Sweat, quedó tendido bocabajo varios minutos por una lesión en el cuello después de choccar con un contreincante de Nueva Orleans. El lanzador de los Colts de Indianápolis, Nick Foles, abandonó el juego apenas convulsionado serían derribados en un encuentro contra los Gigantes. El jugador que lo capturó dedicado haciendo angelitos de nieve sabía cómo lado mientras Foles se sacudía.

El 'mariscal de campo' de los Colts, Nick Foles, convulsionó el domingo en el encuentro contra los Gigants.
El ‘mariscal de campo’ de los Colts, Nick Foles, convulsionó el domingo en el encuentro contra los Gigants.Bryan Woolston (AP)

Las estadísticas muestran que esta es la segunda temporada con menos faltas por rudeza necesarias desde 2009. En 255 partidos, los árbitros han marcado 147, una media de 4,5 penales por equipo. En 2015 anotó 236, la media fue de 7,3.

La revisión Ciencias publicado en 2017 el estudio más importante que ha hecho sobre los heridos cerebrales que ya han sido deportados. Investigadores de la Universidad de Boston analizaron les cerebros donados a la ciencia de más de 200 exjugadores fallecidos y que habían mostrado en la vida síntomas de trastornos mentales y afectaciones motoras. El 87% presentó rastros de encefalopatía traumática crónica. El porcentaje, sin embargo, crecía al 99% entre los que habían jugado para la NFL. Otros estudios más conservadores afirman quatro de cada 10 practicantes de este deporte tienen lesiones en el cerebro.

Consciente de este problema, la liga ha dado algunos pasos. En la pretemporada, los integrantes de las líneas ofensivas y defensivas, los jugadores más expuestos a las contusiones, comenzaron a utilizar un caso llamado Guardian Cap, que tiene una protección reforzada diseñada por ingenieros y epidemiólogos. Estos accesorios parecieron funcionar. Solo hubo 11 atletas afectadas el pasado verano, mientras que en los años anteriores se superaba la veintena. Algunos jugadores se quejaron de que estos cascos eran incómodos. Y la NFL no hizo los obligatorios para la temporada regular. El destino de Hamlin podría forzar a la liga a tomar decisiones.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook allí Gorjeoo apuntarte aqui para recibir boletín semanal.

Suscríbete a seguir leyendo

Lee los límites del pecado