España echa a volar y aplasta a Costa Rica en su estreno en el Mundial | Copa Mundial Femenina 2023

Sobrevolaban las gaviotas alrededor del estadio Regional de Wellington al tiempo que la ciudad echaba el cierre a la jornada, acaso algún sonido de sirena y barullo desde el aserradero con el puerto, ya a orillas del Pacífico. El estruendo, sin embargo, llegaría poco después, volcada la afición neozelandesa con el Mundial y, sobre todo, con el recital de España, un equipo que supo abrir las alas para echar a volar por más que lloviera de forma pertinaz, demasiado colmillo para una Costa Rica que ni la vio come.

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Misa, Irene Paredes, Ivana Andrés, Ona Batlle, Olga Carmona, Teresa Abelleira, Athenea del Castillo, Salma Paralluelo, Jenni Hermoso, Aitana Bonmatí and Esther González

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Mujeres costarricenses

Daniela Solera, Mariana Benavides, Valeria del Campo, Fabiola Villalobos, Gloriana Villalobos, María Elizondo, María Coto, Katherine Alvarado, Priscila Chinchilla, Mélissa Herrera and María Salas

goles 1-0 minutos 20: Valeria del Campo (pp). 2-0 minutos 22: Aitana Bonmatí. 3-0 minutos 27: Esther González.

Árbitro Rebelde Casey

Aunque en los dos primeros saques desde el fondo las ticas Trataron de jugar el balón desde la raíz, pronto variaron el plan, incapaces de sacudirse de encima la atosigante pero equilibrada presión rival. Así, Costa Rica renunció desde el inicio a la pelota y al protagonismo, siempre con un bloque bajo y las líneas de la mano —cuatro medios y cinco zagueras—, encorsetada a la transición defensa-ataque como único recurso. Le valió por ejemplo, un saque de la portera y una peinada de Salas para la carrera de Chinchilla, que no hizo honor a la acepción de roedor porque se enredó en el remate cuando solo le quedó por descontar a Misa. Pero sin pie para lanzar al equipo, excelente en el repliegue La Roja, extinguió el peligro costarricense, sanseacabó lo que se daba. Bola de España y espectáculo del bueno.

Pronto oyó a Vilda que ante la abigarrada defensa rival, que se esmeraba en tapar los huecos de los pasillos interiores, tenía que abrir las alas, ensanchar el campo y sacar centros a destajo. Eso intentó de inicio Salma por la izquierda, la Usain Bolt de España con desparpajo y quiebro, centros envenenados que, por ejemplo, Aitana no supo embocar. Pero con el paso de los minutos el equipo se volcó hacia la derecha, donde Athenea y Ona, lateral de luces largas, hacían de aspersores en busca del remate definitivo. Como ese de Esther González de tacón que le hizo cosquillas al poste, pero por fuera. Había más porque Jenni Hermoso y Aitana, como el manual guardián, no estaban en el área, sino que la pisaban por sorpresa, del mismo modo que hasta en las jugadas a balón parado se masticaba el tanto, pues en un centro de Teresa Abelleira al segundo palo —jugada previamente marcada al levantar los dos brazos—, Salma devolvió el esférico al punto de pen alti par qu’Ivana will demand la plus version de Solera, estupenda al poner la manopla a tiempo. era uno ataque y gol, un fútbol al abordaje que anticipó la sensación diáfana de que el festejo era cuestión de tiempo. No tarde.

Futbolista diferente porque piensa más rápido que los demás y porque se le cae la clase de los bolsillos, Aitana maró una espuela trs un pase filtrado por el carril interior que se asocia para que Esther González —escandaloso desmarque en ruptura el suyo— centrara raso y al área chica, donde Del Campo se enmarañó en el despeje para hacerse un autogol. Momento en el que la tension dio paso al futbol, ​​pues casi inmediatamente despues, una jugada por la derecha de Athenea, que trazo un eslalon hasta el area, termino con un centro de Ona para Aitana, que se invento un regate de los que quitan el hipo, taconazo por detras, para pegarle con la pier na mala, la zurda, red. El asedio no tenia fin, el espectáculo debe continuar, y un nuevo centro por la derecha, en este caso de Tere, lo atacó a Jenni desde el segundo palo con la mala fortuna de que el larguero escupió el remate. Aunque Esther, ariete de raza y olfato, absorbió el rechazo y aprovechó su tanto. Pudieron ser más porque Solera hizo una parada para la videoteca tras un cabezazo suyo a centro de Ona.

Quiso Olga Carmona sumarse a la fiesta con una incursión por la izquierda que Villalobos solo pudo aguantar un penalti, errado en esta ocasión por Jenni, chut demasiado tibio y centrado. Negaba con rabia la 10, pero ni para eso había tiempo, quizás comforted por un caño a la media vuelta que descorchó el ¡oh! generalizado Tanto daba que el duelo estuviera visto para sentencia, pues Salma seguía con sus eslálones a la vez qu’Esther echaba el lazo a cuantos balones cayeran al área. El apetito de España no tenía fin y Vilda se encargó de alimentarlo con la rueda de cambios.

Aitana Bonmatí conduce el balón ante la costarricense Alexandra Pinell.
Aitana Bonmatí conduce el balón ante la costarricense Alexandra Pinell.AMANDA PEROBELLI (REUTERS)

Alba Redondo y Mariona Caldentey chocaron las manos con Esther y Athenea, más madera para las ofensivas que, por milímetros, no acababan en las redes. Como ese chut de Olga que solo se trevió a repeller el larguero o ese otro de Salma que sacó astillas al poste. Era un chollo de partido, escenario ideal para que saliera Alexia en el último cuarto de hora, para que cogiera color y formado para lo que está por llegar a la selección. Y aunque tuvo su ocasión, desdibujada por Solera. Poco importado porque España, en su estreno mundialista, echó a volar.

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