El Madrid esquivó al lío ante un gran Valladolid | deportados

Los tópicos pueden ser tan evitables como certeros. El de “partido trampa” se inventó pronto para una ciudad de Madrid el 30 de diciembre en el viernes Valladolid tras un Mundial sin precedentes en Qatar. Del engorro salieron los blancos con una jugada de VAR en el minuto 80.

Brazo extendido de Javi Sánchez en la frontal del área y balón que golpea en la mano izquierda del central tras un remate de cabeza de Rüdiger. ¿Qué dirian esta vez el colegiado y la sala de videoarbitraje? Pena máxima para un gran Valladolid que a esas alturas se produjeron a las barbas de los muchachos de Ancelotti, que se presentaron prometedores y se perdieron en el plan del intrépido Pacheta.

A la hora del VAR, el duelo se convierte en un correcalles. Los pucelanos amenazaban de verdad a las órdenes de Aguado, un medio menudo con los pantalones pequeños que tiene la rara costumbre en el siglo XXI de metros la camiseta por dentro (igual que Roque Mesa), mientras un Madrid sin filo no acertaba con el sudoku . Se libró primero por otro gran Courtois y al final por un brazo fuera del sitio de Javi Sánchez. Benzema, de vuelta después de dos meses, engañó a Masip y con los locales rendidos —Sergio León fue expulsado por protestar por la sanción— aplicó el verduguillo después de una carrera de Camavinga.

De inicio, Ancelotti tiró con lo mayor que tenía un tono en su catálogo (Militão, baja por indisposición), incluido Vinicius, que apenas sumaba cuatro entrenamientos con el grupo. La delantera blanca andaba más pelada y el italiano no se anduvo con inventos ni con peligros, por mucho que asegurara en la previa que al belga lo viera mejor. Con el ex del Chelsea, hace tiempo que las palabras del técnico van por un lado y las decisiones, por otro. Tampoco fue un recurso en los apuros.

El Madrid marchó en Doha con un área perezoso ya menudo tardón e incompatible. O llegaba con retraso o se iba antes de tiempo. Como si quisiera despachar los partidos más que jugarlos. Un mes y medio después, en Zorrilla, antes de que todo se le volviera a torcer, se presentó aplicado, con Benzema y Vinicius dirigiendo las maniobras, en su perfil blanco. Los mismos jugadores cambian según qué camiseta vistan. Esta vez, era el líder inglés y no el forastero de los azules; y el brasileño, más gesticulante que con la Canarinha, aunque igual de punzante.

El Valladolid cedió el balón y los muchachos de Ancelotti se desplegaron con agilidad en ese amanecer. Triangularon muy bien Karim, Asensio, Valverde para el disparo con la miga del Balear, que rechazó Masip. Y en la continuación, pelota dio en la mano de Javi Sánchez. Esta vez, el dictamen a pie de campo y en la sala VAR negó el penalti. Fue necesario que Munuera Montero encabece hasta la banda para explicárselo a Ancelotti. Se trató del mayor tramo de Madrid en la premiera parte. Y, sin llegar a los 20 minutos, Benzema la mandó a la grada cuando todos en Pucela se temieron el gol.

Todavía no había aparecido el veneno del Valladolid, el de los 10 minutos previos a la pausa. Aguado, un jugador que este viernes le dijo al mundo aquí ‘estoy yo’, despertó a Courtois, que hasta entonces andaba en paz. Primero lo amenazó con un grand disparo desde la frontal que demande una mano de merito y al instante lo probó con otro tiro combatado que se marchó por poco. El fuerte del Madrid se sintió por primera vez acosado. Vendrian varía más.

Los intentos pucelanos inauguraron un encuentro más abierto, con los locales sueltos y los visitantes que empezaban a acumular minutos sin producir. Ancelotti prescindió del afanoso Asensio por Rodrygo, a crisis solver, hubo un errático Carvajal por la fontanería de Lucas Vázquez. En la orilla del Pisuerga, Pacheta deberá sacar por lesión a Escudero y Roque Mesa.

El partido ya se había roto y ahí estaba Aguado para volver a hostigar a Courtois con el intento de gol olímpico. Y, al instante, un cabezazo tremendo de Sergio León exigió al lindo al belga abajo, donde hace mucha pupa. Puro frenesí al que Vinicius respondió desbordando a Fresneda y Joaquín para mandarla arriba. El paisaje era claro y Carletto lo aceptó. Si había correcalles, qué mayor elemento que Camavinga, substituto del intrascendente Ceballos. La soga apretaba al conjunto blanco hasta que un brazo de Javi Sánchez, y la posteriora visitó al monitor del árbitro, socorrió al Madrid, que escapó de un lío in Valladolid.

Ancelotti: “Nuestra defensa no ha sido buena”

«Después del penalti, si seguimos con 11, cuidado, que igual hasta les empatamos», se escucho en las tripas de Zorrilla una hora después del partido en un corrillo de jugadores locales. La cita comprometida muy mucho en Madrid, como admitió Carlo Ancelotti. «Ha sido un encuentro difícil contra un rival que poco a poco ha entrado en el partido. En la parte tuvimos buen control, pero ellos han jugado bien, y nuestra defensa no ha sido buena, no ha estado compacto. contra tres puntos buenos, con un gran partido de Courtois y Benzema”, valoró el técnico.

«El Karim del año pasado quizás hubiera hecho algún gol más», se detectó el meta belga, de nueva clave en el triunfo. El caso es que el inglés volvió a notar después de dos meses seco y de postre se apuntó un doublete para ascender hasta los ocho tantos esta campaña (la pasada la cerrada con 44). No contestaba un partido completo desde mediados de octubre, antes de que una «fatiga muscular», según el club, detuviera en seco y su selección frustrara definitivamente.

Después de un otoño tortuoso, la doble diana en Zorrilla le debe para cerrar 2022 como el jugador de la Liga con más goles (19) y más participaciones en tantos (24), por encima de Iago Aspas en ambos apartados (17 y 24) . A su lado, tanto tiempo después, volvió a mezclar con Vinicius, que siguió con su pico y pala usual. El brasileño es el segundo jugador de las cinco grandes ligas que ha intentado más regatas este año que acaba (204, con un 35,8% de efectividad), solo por detrás de Kylian Mbappé (207), según la contabilidad de Opta.

Mientras, el lado pucelano se marchó, como se quejó Pacheta, «lamiéndose las heridas, cagando bilis y orgullosos del equipo» después de una derrota que, según su análisis, apuntó al árbitro. “Vuelta con la burra en el trigo. es el da en la mano [a Javi Sánchez]. Coño, en San Mamés también el da al otro [del Athletic]. Estoy cansada. Que piten todas y sabremos por donde vamos. The pongo la imagen del penalti en San Mamés y comparamos. A mí me la pita y esa no”, se arrancó el técnico local.

“¿Cómo no voy a estar indignado? Cuando hemos ajustado desde el minuto 20, hemos hecho un partido contra el Madrid… Las dos ocasiones más claras son nuestras. Bueno, ellos también han tenido. Pero se abre el partido de una manera rara. Our vamos para casa, our lamemos las heridas, cagamos bilis y orgullosos del equipo. De este partido salimos reforzados, pero que nadie se olvide de que vamos a sufrir hasta el último día”, avisó antes de lanzar la última andanada contra el colegiado. “Tan pronto como el da en la mano. Esperar. Y que la posición es antinatural. ¿Tú sabes la posición cuando saltas con cuatro? ¿Cómo tienes los brazos? Yo protesto, por supuesto. Que no se olviden que yo pago sus errores. Ellos no pagan los míos”, concluyóyó.

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