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2022: el an del bum de los fijos discontinuos | Economía

2022: el an del bum de los fijos discontinuos |  Economía

A lo largo de los doce meses de 2022 se firmaron más de 18 millones de contratos de trabajo. Casi dos millones y medio fueron fijos-discontinuos. El objeto principal de la reforma laboral que impulsó el Gobierno, y que obtuvo el visto bueno de los agentes sociales, fue el de combatir la elevada temporalidad que presentó el mercado de trabajo español desde un cambio de paradigma. Para ello, el nuevo marco de las relaciones laborales limitaba las situaciones en las que podría estipularse una relación temporal entre trabajador y empresa, y derivaba la gran mayoría de ellas hacia el contrato fijo discontinuo, que ha erigido en el auténtico protagonista del año pasado. No solo por la grandilocuencia de sus estadísticas —casi un millón de personas se encuentran hoy en esta situación, el doble que el año pasado—, sino por la “distorsión” que para algunos han provocado en la fotografía que retrata la contabilidad real del paro comprobado en.

¿Cómo es un contrato fijo discontinuo?

La controversia en torno a esta modalidad contractual, prácticamente inexistente hasta la entrada en vigor de la reforma laboral en diciembre de 2021, versa en torno a qué es y cómo se contabiliza a un trabajador con uno de estos contratos. El fijo discontinuo es un tipo de contrato pensado para cubrir los puestos de trabajo estacionales y que establece una relación intermitente entre empleado y empresa. Esto es, el trabajador sabe que tendrá trabajo durante el año, pero que solo estará activo durante un período de tiempo concreto.

Esta situación de “esperanza asegurada” se produce por el hecho de que la empresa está obligada a llamar a los trabajadores con los que tengan firmado este contrato para incorporación en caso de necesitar ampliar la plantilla. Sin embargo, si el trabajador se niega a incorporarse, perderá este derecho por tiempo indefinido y aceptará que la relación laboral ha finalizado. Del mismo modo que si la empresa no lleva a cabo el llamamiento, en cuyo caso el empleado podrá emprender acciones legales.

¿Es temporal o indefinido?

En la categorización de este tipo de trabajadores es donde se producen las primeras fricciones. La respuesta correcta será decir que ambas. Esto es, se trata de un contrato temporal porque la actividad no es continua a lo largo del año, aunque como para ocurrir de manera estable colgante los mismos periodos —la empresa está obligada a llamar al trabajador en los distintos momentos en los que necesita reforzar su plantilla— podría vers como fija, puesto que el empleado sabe que tendrá trabajo.

El elemento que inclina la balanza del lado de su diseño como indefinido y no temporal, está en el hecho de que se trata de un contrato que ofrece una mayor protección en caso de despido. Los fijos discontinuos tiene derecho a que se les reconozca su antigüedad en toda su relación laboral con la empresa, y no solo a los periodos en los que han estado activos, por lo que en caso de que sean despedidos tienen los mismos derechos que un trabajador fijo y su indemnización se calculará de la misma manera.

¿Las cifras están maquilladas?

El detalle que genera suspicacias entre aquellos que ponen en cuestión la verdadera representatividad de esta figura laboral está en que cuando un trabajador que ha firmado un contrato fijo discontinuo no está trabajando (por ejemplo, una cámara que ha sido contratado como refuerzo en verano), y se encuentra, por tanto, desempleado (y cobrando el paro), no es contabilizado como parado en la estadística de paro registrado, porque se entiende que su relación laboral no se ha extinguido. Simplemente que ha pasado tiene un periodo de inactividad. A cambio, cuando esto ya consiga contarse como afiliado a la Seguridad Social.

Aunque en los documentos que facilitan todos los meses el Ministerio de Trabajo se ofrecen datos sobrios el número de demandas de empleo con relación laboral —aquellas personas que están buscando trabajo a pesar de tener ya uno de cualquier índole—, no se detalla los límites de ellas cuentan con contrato fijo discontinuo. Desde el departamento encabezado por la vicepresidenta Yolanda Díaz recuerdan que nunca se han facilitado esos datos apelando a la “complejidad” que supone llevar a cabo una tarea de identificación. Además, puntualizan que la norma que determina su contabilidad se mantiene inalterada desde 1985, por lo que se rechazan hablar de maquillaje. La realidad es que el aumento exponencial de los fijos discontinuos —que se produce especialmente en el fotograma final del año— ha alterado la marca que tradicionalmente define la fotografía del muro, para tratarse de un fenómeno inédito hasta el momento.

¿Cuánto han aumentado en el último año?

Los trabajadores con un contrato fijo discontinuo, a pesar de las particularidades detalladas anteriormente, forman parte de la categoría de indefinidos en las estadísticas de la serie oficial. Así, de acuerdo con los últimos datos facilitados este martes sobrio el mes de diciembre por el Ministerio de Seguridad Social, a final de año había 12,071,296 trabajadores con un contrato fijo, casi tres millones más que en 2021. De entre allos ellos , 833,648 tenían un contrato fijo discontinuo, el 6,3% del total. Un año antes, la cifra apenas fue de 381.985.

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