rescate de todos los peligros

IVieron venir este golpe durante mucho tiempo. Los trabajadores ferroviarios de SNCF Freight supieron el martes 23 de mayo por boca del ministro de Transportes, Clément Beaune, que su empresa tenía que ser liquidada para poder renacer mejor. Esta es la solución que ha encontrado el gobierno para satisfacer al departamento de competencia de Bruselas. Esto obliga a Fret SNCF a pagar 5.300 millones de euros de deuda que canceló entre 2007 y 2019 y de la que se hizo cargo su matriz. Sin embargo, la empresa no puede desembolsar este dinero sin derechos sobre la tierra hacia la quiebra. Por lo tanto, debe auto disolverse y reaparecer bajo una nueva forma, lo suficientemente diferente como para que la Comisión acepte que existe una “discontinuidad económica” y ponga fin al procedimiento. La “discontinuidad” en realidad se refleja en la cantidad de contratos encomiables que la empresa pública está descargando a competidores privados.

Esta decisión es difícil de aceptar, porque el rumbo de la competencia no parece tomar tener en cuenta un contexto que ha cambiado radicalmente desde 2017, fecha del inicio de su investigación.

En primer lugar, la propia Comisión presionó a los Estados miembros para que se comprometieran con objetivos de reducción de carbono mucho más ambiciosos. Se trata del plan “Fit for 55”, adoptado en marzo de 2022. Sin embargo, el objetivo no se puede alcanzar sin descarbonizar el sector del transporte, y en particular el transporte de mercancías. Francia se encuentra al margen en este ámbito: el transporte ferroviario de mercancías pesa sólo el 10 % del total, frente al 18 % de media en Europa.

Una política perdedora

Segundo cambio, los competidores de Fret SNCF, que también tuvieron que ser ayudados masivamente por el Estado desde el final de la epidemia de Covid-19, retiraron su denuncia. Todos han unido fuerzas con el operador titular en 4F Alliance y juntos asaltan Bercy y el Ministerio de Transporte para obtener ayuda. Más aún desde que se disparó el precio de la electricidad… El Estado también está en su segundo plan de apoyo en dos años.

Tercer cambio, la pandemia y la guerra en Ucrania recordaron lo estratégica que es para un país una empresa ferroviaria pública que transporta material militar, hidrocarburos o cereales -lo que hace Fret SNCF-.

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Otro malentendido se relaciona con el diagnóstico. Cuando, en septiembre de 2021, Jean-Baptiste Djebbari, entonces responsable de transporte, presentó el plan de primeros auxilios al sector, el ministerio tuvo palabras muy duras: «La apertura del sector a la competencia de los servicios de transporte de mercancías por ferrocarril en 2005 y 2006 provocó en Francia la desestabilización del operador incumbente Fret SNCF, acompañada de un comportamiento no cooperativo entre los actores» y el reembolso, que permitió a los competidores tomar más del 50% de un mercado de monopolio a principios de la década de 2000, se hizo «en detrimento del desarrollo general de la cuota modal del transporte de mercancías por ferrocarril». Si bien durante dos años, la participación de la carga ha ido en aumento, ¿por qué debilitar nuevamente al primer jugador?

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