Pierre-Louis Loubet, de los sueños de Fórmula 1 al Campeonato del Mundo de Rallyes

En una disciplina vampirizada por Sébastien Loeb y Sébastien Ogier, poseedores de diecisiete de los últimos diecinueve títulos del WRC en dos, la sucesión francesa sigue buscándose a sí misma. Después de Adrien Fourmaux en 2022, Pierre-Louis Loubet tendrá la difícil tarea de sucederles. A sus 25 años (cumplirá 26 el 18 de febrero), competirá en su primera temporada completa en el Campeonato del Mundo de Rallyes en 2023 con la escudería británica M-Sport al volante de un Ford Puma Rally1. Incluso será el único Habs que juegue en la clasificación general ya que el ocho veces campeón del mundo Sébastien Ogier (Toyota Gazoo Racing) solo competirá en unos pocos rallies, incluido el de Montecarlo, el jueves 19 de enero, en el inicio de el ejercicio.

“No exploté de alegría, pero es una liberación, porque este objetivo se lograt, reconoce Pierre-Louis Loubet. Mi papá y yo hemos estado peleando desde que era pequeño para llegar aquí. » » Por fin ! Estaba programado para esto.está encantado con su padre, Yves, campeón de Europa de rallies en 1989 y poseedor de cuatro podios en el mundial.

Sin embargo, el hijo no se imagina siguiendo específicamente los pasos del padre. «Él no amaba el rally más que eso»admite Yves Loubet. “Mi padre nunca me puso un cuchillo en la garganta, Se ríe Pierre-Louis Loubet. Sentí que lo hizo feliz cuando comencé a andar en karting, pero nunca me sentí obligado. » Aunque comparten una pasión común, el primero nunca asiste a las carreras de su descendencia. «Es su rally, su historia»el justifica.

“Pídeme 600.000 euros”

La historia de “Pilouis”, su apodo, comienza en el karting, desde los cinco años. Rápidamente demostró habilidades al volante y condujo junto a Pierre Gasly, Charles Leclerc, Esteban Ocon y Max Verstappen, ahora pilotos de Fórmula 1. «Cuando era pequeño soñaba con la F1, todos teníamos ese sueño»recuerda esta fan del español Fernando Alonso, bicampeón del mundo en la categoría reina en monoplazas.

Pero el sueño de Pierre-Louis Loubet luego se hizo añicos ante la realidad de los desproporcionados presupuestos necesarios para desarrollar su carrera en los circuitos. No consigue integrar los cursos de formación (Ferrari, Renault, RedBull, etc.), a diferencia de sus rivales en karting. Su padre dice:

«Es mi peor recuerdo. Volvíamos de Barcelona, ​​donde había hecho una prueba. A mi hijo de 15 años, le digo: “Pilouis, el año que viene no me sale con presupuestos así, me piden 600.000 euros. Estamos quemados. Vi volar el sueño de mi hijo…”

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