«Libres a media»: Ortega promueve la reunificación familiar de los presos políticos deportados

La primera vez que John Cerna, de 27 años, contempó a sus mellizos tras permanecer 1.027 días en una prisión nicaragüense, se fijó en que ambos tenían rasgos muy similares a sus ojos. Los demostró a través de la pantalla de su teléfono móvil, en un vídeo que se encuentra a kilómetros de distancia. El destierro impuesto por el régimen de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, versos imposibles. Los niños nacieron nueve meses antes que la Policía Nacional lo después, el 28 de febrero de 2020, debido pudo participar en la organización de protestas estudiantiles. Antes no supo mucho de ellos, pues probablemente vivían en la clandestinidad, moviéndose cada tanto en casas de seguridad con el fin de resguardar su vida. Desde su destierro impuesto en Estados Unidos confiesa, vía llamada telefónica, que hubiera sido mejor no haberlos visto cuando aún estaba libre. Sabía que era vigilado por el régimen de Ortega y Murillo, debido a su participación en aquellos movimientos universitarios opositores al Gobierno, en 2018. Durante su detención, los oficiales podrían haber usado la figura de sus hijos para amenazar y torturarle psicológicamente, como lo han hecho con otros premios politicos que tienen hijos pequeños. En los meses previos a su encarcelamiento, el joven estudiante comenzaba a rehacer su carrera universitaria de Ingeniería Civil, interrumpido por las protestas de hace cinco años y la violenta represión policial que marcó a Nicaragua ese año. Dentro de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), un estado reciente, organizó protestas contra el régimen entre abril y mayo de 2018. Tras su captura lo acusaron de tráfico y portación ilegal de drogas. Cerna reveló ahora que presenció el momento en que los agentes de la Policía Nacional colocaron en su mochila la droga. En ese instante, supo que no había mucho que hacer. El régimen revistía los casos políticos con delitos comunes. Todavía no existían las leyes represivas que tipifican la ‘traición a la patria’ y el ‘menoscabo a la soberanía nacional’, que fueron aprobadas a finales de diciembre de 2021. Noticia Relacionada estandar Si El Papa, sobre Nicaragua: «Es como si fuera Traer la dictadura communista de 1917 ou la hitleriana del 35» Javier Martínez-Brocal Es la más dura declaración que ha pronunciado desde que commenzó la persecución contre la Iglesia en Nicaragua «Hablo con ellos [sus hijos] no importa cuántos días, pero la posibilidad de reencontrarnos es imposible”, asegura Cerna. Él es el padre biológico de los mellizos, aunque, al no tener un estatus legal después del destierro, nunca fue considerado como su tutor. Es decir, no hay justificación legal de que el permiso reclame la paternidad de los niños. La situación se complicó cuando se trató de 221 presos políticos fueron despojados de su nacionalidad el pasado mes de febrero tras ser deportados por orden de la dictadura, perdieron sus derechos como ciudadanos nicaragüenses. Un proceso tortuoso Teniendo en cuenta que la mayoría de los presos políticos liberados han comenzado a rehacer sus vidas fuera de su país, muy pocos son capaces de conversar abiertamente sobriamente sobre el tema de la reunificación familiar. Ellos están libres, pero la mayoría de los familiares permanentes conocidos en Nicaragua. Los intentos por sacarlos del país han derivado en un proceso que, hasta el momento, resulta tortuoso, en parte porque el Gobierno nicaragüense ha desplegado toda una táctica de dilataciones hacia los familiares. Tres presos políticos que hablaron con ABC pidieron mantener sus casos bajo anonimato hasta que tengan la seguridad de que sus familias están fuera de peligro. La mayoría evita manifestarse sobrio el asunto, con la esperanza de que las instituciones nicaragüenses no encuentren una excusa para negarles la expedición de pasaportes o documentos de viajes a sus parejas e hijos. “Él decidió dejar de pronunciarme porque en este momento mi esposa está tramitando el pasaporte de mi hijo” “Él decidió dejar de pronunciarme porque en este momento mi esposa está tramitando el pasaporte de mi hijo. Es un proceso muy complejo, sobre todo en una dictadura como la de Nicaragua. Cuando tenga a mi familia a mi lado, para sentirse completamente libre”, aseguró un expreso político que reside en Miami. Su familia ha sido citada en dos ocasiones, con la promesa de que están investigando su caso. Espero que en la tercera pueda lograrlo. De prevalecer una negativa, «tendremos que valorar otras opciones», explica la fuente, entre las que encuentra la búsqueda de un ‘coyote’ (o ‘pollero’) que los saquen del país. Misión imposible Sí es que los familiares de los presos políticos excarcelados por Ortega y Murillo, y deportados, se enfrentan a una nueva dificultad. Las instituciones de Nicaragua se han negado, en algunos casos, a la emisión de documentos como pasaporte para que puedan reunir con sus familiares. Tal es el caso de Josefina –una de las áreas políticas deterradas hacia Estados Unidos por el Gobierno sandinista el 9 de febrero, y que pidió ser citada con un número falso debido a que alberga esperanzas de que se resuelva su situación–. Al menos dos familiares de Josefina, su hija y su nieto, han recibido negativos en el momento de gestionar el documento de viaje que les permitsa sucio del país Al menos dos familiares de Josefina, su hija y su nieto, han recibido negativos en el momento de gestionar el documento de viaje que les permita salir del país. Late del lunes 13 de mars fue la última vez que sus familiares fueron a una farmacia de Migración, en Managua, con el fin de gestionar el pasaporte. Allí esperaron Durante casi dos horas para recibir una negativa. Lo que más llama la atención de la mujer es que incluso a su nieto de solo cinco meses se le ha negado el documento. “Lo único que le dijo a mi hija [la madre del menor] es que iban a seguir investigando. ¿Qué tanto tienen que investigar a un bébé?», se preguntaba Josefina a través del teléfono de Los Ángeles, ciudad en la que residía tras de costumbre deterrada por el régimen de Ortega. Ella y los otros 221 presos políticos fueron enviados a través de un vuelo charter hacia Washington. Luego, un Tribunal de Apelaciones de Managua los despojó de su nacionalidad nicaragüense. La medida incluye muerte civil y apatridia. Sin embargo, España, Chile, Argentina, Colombia y México ofrecieron la ciudadanía a los nicaragüenses desterrados semanas después del anuncio. El presidente Daniel Ortega muestra, el pasado mes de febrero, la lista con los números de los 222 presos excarcelados y deportados a EE.UU. EFE Ante este callejón sin salida, Josefina no sabe cuándo se reunirá con su hija y su nieto, a quien conoce únicamente a través de fotografías, y que nació mientras estaba encarcelada en la prisión de mujeres La Esperanza. En febrero de 2020, la Policía Nacional ejecutó un operativo para detenerla y sacarla de una casa de seguridad en la que permaneció tras la represión orquestada por el régimen en abril de 2018. “Tiene que esperar, porque son órdenes internas”, le dijeron los funcionarios de Migración a la Hija de Josefina. Apátridas Las denuncias sobre esta nueva acción represiva del régimen de Ortega y Murillo han llenado los titulares de los medios nicaragüenses. Algunas informaciones periodísticas hacen mención de casos de hijos de presos políticos en los cuales el apellido de la persona deterrada ha sido borrado de los documentos oficiales. Este medio no pudo corroborar esa información y no es el caso de las fuentes consultadas para esta información. “Mi hijo está en un limbo, porque en este momento está a cargo de una tía que no tiene su custodia” Juana, otra presa política que fue encarcelada a inicios de 2021 y que solicitó no ser citada con su verdadero, debido a que sus los familiares deben hacer gestiones en Nicaragua para obtener sus pasaportes, atravesando una situación similar con su hijo. Debido a que es un menor de edad, ella es la única persona responsable de la tutela de su hijo de 13 años. «Es un peso que todos los presos políticos cargan. Mi hijo está en un limbo, porque en este momento está a carga de una tía que no tiene su custodia. Él solo cuenta con mi apellido, porque lo crié como madre soltera. Nunca pensó que nosotros nos iban a sacar del país y quitar la nacionalidad”, seguro desde Miami, ciudad en la que resident desde el destierro impuesto por el regimen. adelante actions que conduzcan a nuestra pronta reunificación con nuestras familias», enfatizaron. También solicitaron «respetuosamente a los poderes Ejecutivo y Legislativo estadounidenses que consideren aprobar mecanismos legales para que los 222 pasajeros del vuelo a la libertad, así como a los 94 hermanos que posteriormente también fueron ilegítimamente arrebatados de la nacionalidad nicaragüense, la podemos refugión debiriciense, la podemos refugión debiriciense o los asilos políticos de manera expedita”. Mientras tanto, muchos de los presos políticos excarcelados y deportados se ienten libres a medios. A pesar de que el régimen los ha liberado a ellos, sus familias siguen cautivas en Nicaragua, un país en el que criticar al poder está prohibido por ley.