Bérangère Couillard, secretario de Estado de Ecología, relanzó el debate el 30 de enero sobre la implementación de depósitos para botellas de plástico en Francia, en el marco de la ley antiresiduos. Su objetivo: aspirar al 100% de plástico reciclado. Pero, ¿por qué apuntar a este objetivo cuando sabemos hoy que el plástico plantea serios problemas para nuestra salud y la de las generaciones futuras?
cada minuto un millones de botellas de plástico en promedio se venden a través del mundo. Un millón de botellas que han generado microplásticos a lo largo de su ciclo de vida. Un millón de botellas que envenenan a adultos y niños con microplásticos que ingieren mientras beben su contenido. Todas estas botellas de plástico están hechas de PET. [polyéthylène téréphtalate, une variété de plastique transparent] que es la categoría de plástico más tóxica que existe, y paradójicamente “la más reciclable”.
El PET generó antimonio, un metal cancerígeno, cercano al arsénico. Cuanto más tiempo se mantiene un contenido en este material, más sustancias tóxicas lo contaminan. A pesar de la creencia popular, la contaminación plástica comienza mucho antes de que un producto plástico se convierta en un desecho. La contaminación plástica comienza tan pronto como se crea. El plástico genera micropartículas, nanopartículas de plástico a lo largo de su ciclo de vida. Esta contaminación invisible nos envenena a diario.
Cada semana ingerimos 5 gramos de microplásticos, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito. El alcance del impacto de la contaminación plástica es mucho mayor de lo que piensas. Nos afecta a todos, cuando bebemos agua mineral de una botella de plástico, cuando nos lavamos. También nos afecta a través de los poros de nuestra piel que absorben microplásticos o nanoplásticos, cuando usamos una ropafondos de material sintético (nylon, poliéster, plástico reciclado).
Por último, afecta especialmente a las mujeres, porque su organismo absorbe más fácilmente las toxinas de las sustancias químicas contenidas en el plástico, sabiendo que consumen mucho más de ellas, al maquillarse, al usar tampones o toallas higiénicas todos los meses, porque todos estos productos lo contienen y muy a menudo están contenidos en plástico.
EL las mujeres embarazadas los tienen en todas las partes de la placenta. Se han encontrado microplásticos en la leche materna. Cuanto más estamos expuestos al plástico, a su reciclaje, y por tanto a su contaminación en microplásticos, más aumenta esta cantidad de plástico ingerido.
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