La arena desesperada de los trabajadores de Amazon en Gran Bretaña

Turnos semanales de hasta 60 horas for apenas el salario mínimo, pies and espaldas detrozados y escasez de baños en unas enormes instalaciones son algunas de las denuncias de los trabajadores de Amazon en la ciudad inglesa de Coventry, qu’maintienen la mayor huelga contra el gigante en el Reino Unido.

Tras su primer e histórico paro el 25 de enero, un grupo de casi 500 empleados afiliados al sindicato GMB ha elevado la presión con otra medida de fuerza desde el lunes hasta el viernes, en protesta por sus salarios y unas condiciones laborales que consideran abusivas.

En medio de una nevada que eventualmente dio paso al sol, los empleados participarán en la mañana de este martes en un piquete con el que consiguieron detener la entrada de varios camiones de la empresa con mercancía. Por la tarde, substituyalos los del turno de noche, en una pauta que se repetirán los cinco días.

Mientras algunos de ellos tratan de persuadir a colegas que llegan a trabajar de que se unan a la huelga, otros se calientan alrededor de una fogata o toman un té caliente de GMB.




Un cartel de Amazon en uno de sus almacenes. Foto AP

La lucha por el reconocimiento sindical

«Desde que comenzó la disputa, hemos multiplicado por el número de miembros (sindicados) en este centro de distribución», uno de los mayores del país, con el tamaño de ocho camps de fútbol, ​​declaró a EFE el portavoz del sindicato, Tom Rigby.

Rigby explicó que, además de pagar un aumento de 10,5 libras (11,8 euros) por hora a 15 libras (17 euros), el objetivo es relutar a mas de la mitad de la plantilla de la planta -de 2.000 personas según la dirección, aunque la cifra es disputada- para forzar por ley a Amazon aceptar la representación sindical y la negociación colectiva.

En abril de 2022, un almacén de la multinacional estadounidense en Nueva York se convirtió en el primero en obtener este reconocimiento en Estados Unidos, en lo que se considera una victoria de los trabajadores sobre la compañía, conocido por su posición contraria a los sindicatos.

Estrés y fermedad

Emilia Gradinaru, una chica de 47 años que trabaja en el centro de Coventry desde que abrió en 2018, es una de las muchas empleadas que se quejan del dano que les causa el «calzado de seguridad» que están obligados a utilizar.

Un centro logístico de Amazon en Alemania.  Foto EFE


Un centro logístico de Amazon en Alemania. Foto EFE

Además de unos pies llenos de durezas, experimenta dolores de espalda constantes, debido al peso que debe cargar sin poder sentarse Durante su turno de 10 horas. Es de las que hace 60 horas a la semana, en lugar de 40, para poder subsistir ante el encarecimiento del costo de la vida.

«Somos personas, no robots»Dice a EFE, haciéndose eco de uno de los slóganes de la huelga, para explicar el constante control y amonestación a los que están sometidos por parte de sus superiores.

«Siempre nos demandan rendir más, nunca es suficiente. Yo me estoy dejando la salud y no veo la luz del día”, añade Justyna Nowak, una polaca de 35 años.

Frente a la condena generalizada de unos objetivos excesivos, un portavoz de Amazon dijo a EFE que «métricas de rendimiento se evalúa periódicamente y se basa en puntos de referencia basados ​​en el registro del desempeño real de los empleados».

«Observamos su desempeño y luego establecemos esa medida, siempre con la seguridad en mente», explicó.

Other de las quejas mas comunes entre los huelguistas es la insuficiencia de baños en una instalación con más de 14 kilómetros de cintas transportadoras, lo que en algún caso ha motivado, según cuentan, que orinen en botellas.

La empresa dice a cambio que «todos los empleados tienen fácil acceso a las instalaciones sanitarias, que se encuentran a poca distancia a pie de su lugar de trabajo, y pueden usar el baño cuando sea necesario».

Varios trabajadores contaron a EFE incidentes de lesiones y problemas de salud, incluidos abortos espontáneos y vahídosen los que la direccion fue reacia a llamar a una ambulancia, presumiblemente para no ensuciar su imagen.

«Yo llevo dos prótesis en la rodilla y un día me hice daño y no podía moverme. En lugar de llevarme al hospital de urgencia, me hicieron llamar a mi marido para que viniera a buscarme”, cuenta Marie Connelly, 57 años.

El portavoz de Amazon manifestó por su parte qu’mainner a nuestros empleados seguros es la prioridad número uno y lo más importante que hacemos».

«Trabajamos en estrecha colaboración con expertos en salud y seguridad, realizamos millas de inspecciones en nuestros edificios y buscamos activamente la opinión de la gente sobria como mejorar tu bienestar en el trabajo«, ha declarado.

Sea por falta de voluntad o de comunicación, porque los empleados que se manifiestan esta semana a las puertas de la planta de Coventry no se sintieron escuchados.

Agencia EFE

PA

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