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Miles de personas, incluido el presidente Volodymyr Zelensky y la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, rindieron homenaje en Kiev a Dmytro Kotsyubailo, conocido como «Da Vinci». Este voluntario de 27 años que dirigía un batallón llamado Da Vinci Wolves («Los Lobos de Vinci») fue asesinado por los rusos durante la Batalla de Bakhmout.

El presidente Zelensky anunció su muerte en un discurso en video el martes. “Da Vinci” tomó las armas en 2014 para luchar contra los separatistas respaldados por Moscú en el este de Ucrania. Por sus proezas de armas, fue el luchador más joven en recibir del presidente Zelensky, en diciembre de 2021, la medalla Héroe de Ucrania, el más alto honor del país.

Presente en el lugar, el jefe del Estado Mayor de los ejércitos, Valeri Zaloujny, se arrodilló cerca del féretro. “El camino hacia nuestra victoria es muy difícil. Y el precio de esta victoria es la vida de nuestros guerreros, los mejores ciudadanos ucranianos que defendieron el país con las armas en la mano”.lanzó. Tienes que estar seguro de que no te vengaremos. Definitivamente lograremos la victoria. Duerme en paz, mi amigo”agregó el líder militar.

Los dolientes, llevando flores y ondeando banderas ucranianas, marcharon colina abajo hasta la icónica Plaza de la Independencia.

Temprano en el día, cientos de personas presentaron sus últimos respetos a un padre y un hijo que también murieron en la batalla por Bakhmout. Oleh Khomiouk, de 52 años, y su hijo Mykyta, de 25, habían ido a luchar como voluntarios al comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022. Ambos murieron el 2 de marzo, asesinados por el mismo proyectil en la misma trinchera, según su familia. El padre y el hijo se unieron a la defensa territorial para defender kyiv, luego lucharon en las regiones de Kherson y Kharkiv antes de terminar en Donbass (Este).

Ucrania no ha revelado sus pérdidas humanas desde el comienzo de la invasión rusa. La última estimación occidental, el jefe del Estado Mayor noruego, Eirik Kristoffersen, dijo en enero que la guerra en Ucrania ha dejado cerca de 180.000 muertos o heridos en las filas del ejército ruso y “probablemente más de 100.000 muertos y heridos” entre los militares ucranianos, cifra a la que añadió 30.000 civiles muertos.