En Beijing, Emmanuel Macron no logra convencer a Xi Jinping de hacer un movimiento sobre Ucrania

El sedán negro de Emmanuel Macron se detuvo al pie de las escaleras del Gran Salón del Pueblo en Beijing, frente a un alegre Xi Jinping. Este jueves 6 de abril, frente a la desierta plaza de Tiananmen y bajo estrecha vigilancia, los dos mandatarios sellan su reencuentro en el esplendor reservado a las visitas de Estado, tras tres años de la pandemia de la Covid-19 que aisló a China del resto del mundo. . “Nada supera el contacto humano”resume el presidente francés tras pasar revista a las tropas chinas, mientras veintiún cañonazos resuenan sobre un fondo de Marsellesa y el himno nacional chino.

A unos 8.000 kilómetros del tumulto de la crisis social que sacude a Francia, Emmanuel Macron esperaba trabajar por la paz en Ucrania haciendo de su homólogo chino, si no uno, al menos una voz moderadora con Moscú, cuya agresión, recordó, un “acabó con décadas de paz en Europa”. Después de los vanos intentos de Francia con Vladimir Putin, China, que reclama una «amistad sin límites» con Rusia, podría, podría, tener más éxito con el anfitrión del Kremlin. “Sé que puedo contar contigo para que Rusia entre en razón y vuelva a traer a todos a la mesa de negociaciones”lanzó el jefe de Estado francés a Xi Jinping al comienzo de su conversación telefónica.

» Ducha fría «

Pero «camino de la paz» que Emmanuel Macron espera dibujar es similar a un callejón sin salida por el momento. A pesar de los francos apretones de manos entre los dos hombres, Xi Jinping se contenta con dar pequeños pasos. El líder del Partido Comunista Chino no ha roto su demostrada benevolencia hacia Moscú y se apega a las declaraciones de principios sobre las armas químicas y el uso del fuego nuclear; suplica evasivamente por “la reanudación de las conversaciones de paz lo antes posible”. Después de su visita de alto perfil a Moscú el 21 de marzo, Xi estaría listo, según diplomáticos franceses, para hablar con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, pero solo “cuando se dan las condiciones”.

Emmanuel Macron tampoco obtuvo del presidente chino que condenara la decisión tomada por Vladimir Putin, justo después de su reunión en el Kremlin, de instalar ojivas nucleares en Bielorrusia. “Lo cual no está de acuerdo con los compromisos contraídos con sus resistentes, con nuestros resistentes y con el derecho internacional”, comentó el presidente francés. El presidente chino también se hizo eco de la preocupación de Putin de tener en cuenta “las preocupaciones legítimas de seguridad de todas las partes”, en referencia al motivo invocado por Moscú para atacar a Ucrania: la expansión de la OTAN en el este del continente. Pidió el establecimiento de una arquitectura de seguridad europea “equilibrado, eficiente y sostenible”. jueves, el Diario de ChinaEl diario del Partido Comunista también había condenado la pertenencia de Finlandia a la OTAN. « Ahora que Europa quiere que China ayude a odiar el final de la crisis en Ucrania (…)al menos debería empezar a repensar la política de la OTAN que [consiste à] buscar la seguridad absoluta a expensas de la seguridad de los demás, lo que se ha convertido en la principal fuente de inestabilidad global. »

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