Todavía no es el final del endurecimiento monetario en la zona euro, pero se acerca. El jueves 4 de mayo, el Banco Central Europeo (BCE) anunció por séptima reunión consecutiva una subida de sus tipos de interés de 0,25 puntos, llevando la tasa de los depósitos al 3,25%, la más alta desde 2008, antes de la gran crisis financiera. Sin embargo, esto es una desaceleración. Julio de 2022, y antes de esta reunión desde entonces, la institución de Fráncfort había subido su tipo 0,75 puntos dos veces y 0,50 puntos cuatro veces.
Soplando caliente y frío, Christine Lagarde, su presidenta, intentó, durante su conferencia de prensa, lo que ella llama un “ejercicio de equilibrio”. Por un lado, la inflación sigue siendo demasiado alta; por el otro, la economía ahora está ociosa. Entre los dos, su mandato es bajar la inflación al 2% “rápidamente”. Concluyó con una acción moderada, con solo 0,25 puntos de aumento, pero con un mensaje un poco más duro: “No es un descanso, todavía queda mucho camino por recorrer. »
A diferencia de la Reserva Federal (Fed, banco central estadounidense), el miércoles 3 de mayo, que elevó su tipo de interés solo 0,25 puntos (hasta el 5,25%), pero dejó entrever que se detendría ahí, por lo que el BCE aún no ha terminado. ¿Hasta dónde llegará? Los economistas debaten: ¿3,5%, 3,75% o 4%? METROA mí Lagarde se niega a comprometerse, cree que no tiene “números mágicos” y promete actuar solo de acuerdo con los próximos indicadores económicos. Sin embargo, especifica que el BCE tiene la intención de seguir limitando la economía: “Tasas clave [seront] configurado a niveles suficientemente restrictivos (…) el tiempo que sea necesario. » No se trata todavía de aflojar el tornillo de banco.
“El ciclo de subidas está llegando a su fin”
Al mismo tiempo, para acentuar el endurecimiento monetario, el BCE también acelerará la reducción de su enorme cartera de bonos en 5.000 millones de euros. Desde 2015, había comprado estos valores, con el fin de reducir aún más las tasas de interés y luchar contra el riesgo de deflación. Desde marzo, ha comenzado a reducir su stock, por una suma de 15.000 millones de euros al mes. A partir de julio, anuncia que la tasa debería aumentar hasta los 25.000 millones de euros. “A este ritmo, tardará de doce a quince años en llegar a cero”relativizar MA mí El guardia.
Los mercados financieros, que apenas se movieron tras este anuncio, y los analistas parecen estar diciendo que el BCE se acerca al final de su endurecimiento monetario. “Esta moderación [de l’augmentation des taux] sugiere que el ciclo alcista está llegando a su fin”dijo Bruno Cavalier, economista de Oddo BHF, un grupo de gestión de activos. “Creemos que el BCE dejará de subir tipos este verano”confirma Frederik Ducrozet, director de investigación económica de Pictet Wealth Management.
Te queda el 55,24% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.