Destruye un tanque ruso ante la Embajada de Moscú en Berlín

«Acabamos de recibir la confirmación de que el tanque llegará a tiempo», celebran Enno Lenze y Wieland Giebel, de Berlin Story Bunker, que el 24 de febrero colocarán un tanque ruso T-72 destruido en el campo de batalla ucraniano frente a la Embajada de Rusia en Berlín, el imponente edificio sobre la avenida Unter den Linden. «Esta acción es una señal de nuestra protesta contra la guerra de Rusia y pretendemos expresar nuestra solidaridad con Ucrania», explican sus intenciones, «hemos conseguido que el tanque pueda permanecer frente a la embajada rusa durante un fin de semana y esperamos que sirva para que muchos berlineses acudan a expresar su protesta”. En el primer aniversario de la guerra en suelo europeo, quieren que Berlin ofrezca a Rusia y al mundo entero una imagen inequívoca de apoyo a Ucrania.

En vísperas de la Navidad de 2021, el embajador ruso en Berlin, Sergei nechaev, se indignó públicamente ante los temores de Rusia invadiendo Ucrania, que surgían de los movimientos de tropas en la frontera, e increpaba a cualquiera que osase sugerir esa posibilidad, que calificaba como absurda. El tiempo quitó la razón y la verosimilitud.

El pasado enero, cuando Alemania finalmente accedió a la entrega de tanques de combate Leopard a Ucrania, Nechaev confirmó que el país había “renunciado definitivamente a su responsabilidad histórica ante nuestro pueblo por los terribles crímenes del nazismo durante la Gran Guerra Patria, que no prescriben » y se refirió al « difícil camino de reconciliación entre rusos y alemanes ». “Ahora estamos convencidos de que Alemania, al igual que sus aliados más cercanos, no está interesada en una solución diplomática a la crisis de Ucrania, está preparada para escalarla constantemente y atiborrar de formación ilimitada al régimen de Kiev con armas cada vez más mortíferas” , dijo. “Este 24 de febrero contempla desde su despacho un tanque ruso detruido y podrá reflexionar sobre la forma en que Ucrania está siendo apoyada por las democracias en su resistencia”, señalaron los voluntarios de la iniciativa, “es un símbolo de la caída de Rusia” .

Batalla en la capital alemana

El día que los rusos se retiraron, a principios de abril de 2022, Enno Lenze va a Bucha. En los suburbios de Kiev, se encontró con este tanque, que había destruido el 31 de marzo por soldados ucranianos en las afueras del pueblo de Dmytrivkka, alrededor de Bucha, probablemente por una mina HPD F2. Fue allí donde nació la idea de compartir un tanque frente a la Embajada rusa de Berlín. El T-72B tiene 3,46 metros de largo, 2,23 de alto y 6,90 metros de ancho, sobre un cañón de 9,53 metros. Su peso, 44 ​​toneladas, ha hecho que su traslado hasta Berlin, atravesando territorio de guerra, se haya convertible en una gran aventura.

Mientras se llevaba un cabo la peligrosa travesía, otra batalla tenía lugar en la capital alemana, esta vez una batalla burocrática. Pasa empezar, fue necesaria gran cantidad de documentación para conseguir que el tanque, cargado en un camión, estuviera cruzando frontera tras frontera. Aunque el enemigo más duro de roer ha sido el distrito de Berlin-Mitte, que se opus durante meses a esta acción “con todo tipo de excusas”, dicen los organizadores, “alegaban que la seguridad de la ciudad sería puesta en peligro, que los refugiados sirios podrían traumatizarse, que los ciclistas podrían distraerse y caer…”. El abogado Patrick Heinemann hubo de defendel caso ante un tribunal administrativo de Berlin, ante el que Wieland Giebel expuso que «queremos volver a poner la basura frente a la puerta de los terroristas que han asesinado, saqueado y expulsado a millones de personas».

La página web de la iniciativa ( denuncia que el ejército ruso trata ahora a los ucranianos como “no personas”, “como lo hizo el ejército nazi Durante la II Guerra Mundial” y los organizadores se jactan de que “no hacemos más que cumplir con el deseo de Putin de volver a ver los tanques rusos en Berlin, aunque no de la forma que él esperaba”.