“Debemos salvar el libre comercio transformando los acuerdos comerciales en palancas para activar la transición ecológica”

IEl jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, llegarán a la cumbre organizada entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños [Celac] de 17 y 18 de julio con el mismo objetivo: la adopción del acuerdo entre la UE y Mercosur [Argentine, Brésil, Paraguay et Uruguay], cuyas negociaciones concluyeron en 2019. Francia, junto a otros, tendrá el difícil pero necesario papel de oponerse a ella. Este es el sentido de la resolución adoptada por la Asamblea Nacional el 13 de junio, aprobada por los diputados de los nueve grupos políticos.

Hemos enviado una señal inequívoca a Bruselas: no podemos, en 2023, renunciar a nuestros requisitos medioambientales, sanitarios y sociales para obtener condiciones comerciales económicas favorables. Este acuerdo, negociado entre 2000 y 2019, tiene la falla de su obsolescencia. Su firma rompería un poco más la aceptabilidad del comercio exterior por parte de la sociedad francesa, en un ambiente donde se alzan muchas voces para cerrarse por completo a él.

Comencemos por nombrar el mal: los tratados comerciales son cada vez más denunciados. Debates en torno a Tafta [accord de libre-échange entre l’UE et les Etats-Unis] y CETA [accord économique et commercial global entre l’UE et le Canada] han demostrado: desde nuestras áreas rurales agrícolas hasta nuestra juventud urbana, las oposiciones son numerosas y las preocupaciones ambientales, de salud y éticas están evolucionando.

Vitalidad de nuestra IGP, AOC y AOP

En 2020, 51% de franceses inclinado hacia el proteccionismo! La competencia desleal, fuente de muchas fantasías, es el enemigo más feroz del libre comercio. Sin embargo, el actual acuerdo UE-Mercosur crea condiciones injustas en el intercambio: el equivalente a 99.000 toneladas de carne de res sudamericana podría importarse a Francia sin aranceles aduaneros. Ganado potencialmente criado con can, que está prohibido en Francia desde 1oh Enero de 2006. ¿Cómo, en este caso, pedir resistencia a nuestros ganaderos y encontrar compradores para la tercera parte de nuestras fincas cuyo operador se retirará en los próximos diez años?

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Entre los jóvenes franceses, el 60% identifica el medio ambiente como su principal preocupación. ¿Cómo les explica cuando la Unión Europea está adoptando un texto que provocaría un aumento anual de más del 5% en la deforestación de la Amazonía? ¿Cómo, finalmente, justificar que Francia, que acogió la COP21 y utilizó sus mejores dotes diplomáticas para alcanzar el Acuerdo de París, acepte hoy un texto que no hace de su respeto una cláusula esencial?

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