Brasil apuesta al «turismo verde» con la nueva política ambiental de Lula da Silva

La política ambiental del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, es un «activo» para impulsar el turismo verde, una actividad económica que puede utilizarse para contribuir a la conservación de la naturaleza. Lo confirmó el presidente de la agencia de promoción Embratur, Marcelo Freixo.

Nada más asumir el poder de la energía, Lula había dado un giro de 180 grados a la política medioambiental de su antecesor, Jair Bolsonaro. Prometió frenar la deforestación de la Amazonía hasta 2030 y erradicar la minería ilegal, otra de las mayores amenazas para la selva.

«El mundo no quiere visitar un país que devasta sus bosques, quema sus biomas», afirmó el titular de la Agencia Brasileña de Promoción Internacional del Turismo (Embratur) en una entrevista con EFE.

Freixo apunta que el turismo natural Es especialmente interesante porque tiene un tipo de viajero de alta renta y también, porque ofrece nuevas formas de empleo en el medio rural, con lo que contribuye a la conservación del medio ambiente.

“En relación con la tala ilegal y la minería ilegal, el turismo puede ser una alternativa económica. Se necesita mano de obra para estos lugares”, comentó.




El presidente de la Agencia Brasileña de Promoción Internacional del Turismo, Marcelo Freixo. Foto: EFE

El turismo ambiental no es el único segmento con un gran potencial de crecimiento. Freixo señala que Brasil puede explorar mucho más en cultura, en gastronomía y también, en el «afroturismo».

Ese segmento va especialmente a los estadounidenses interesados ​​en la historia negra, a los que se les puede mostrar las ruinas del mayor puerto esclavista de América, en Río de Janeiroo la ciudad con mayor población negra fuera de África, Salvador.

«Cuando desarrollas el turismo afro, estás luchando contra el racismo», dijo el titular de Embratur, al registrar la dimensión global del problema del racismo y el reciente debate propiciado a su vez por los insultos racistas que recibió el futbolista Vinícius Júnior.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, impulsó una nueva política de protección del medio ambiente.  Foto: EFE


El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, impulsó una nueva política de protección del medio ambiente. Foto: EFE

Turismo, en cifras

La diversificación del turismo es una estrategia básica, según Freixo, para aumentar el peso del turismo en la economia, que ahora ronda el 7%.

Brasil recibió 2,68 millones de turistas entre el año y el mes de abril, cifra similar a las fechas de 2019, aunque el acumulado de alimentos para los viajeros desapareció en un 32%, quedando en 2.155 millones de dólares.

La recuperación del turismo se va a dar sobre todo gracias a la legada argentina (1,18 millones en cuatro meses), lo que supone el 44 % del total y supera la cifra total de ciudadanos de ese pays qu’visó Brasil en todo 2022.

El gerente de Embratur cree que el momento es «muy favorable» para lograr el objetivo de superar los 6,5 millones de turistas extranjeros que llegaron a Brasil en 2019.

Sin embargo, reconoce que el alto precio de los pasajes aéreos «inhibe» la llegada de viajeros procedentes de mercados emisores lejanos, como Europa y Estados Unidos.

Las autoridades brasileñas, según explica, están conversando con aerolíneas como TAP, Iberia o Condor para tratar de aumentar el numero de vuelos.

Un ferry transportaba madera extraída de la selva amazónica, en el río Guama en Belém, en el estado brasileño de Pará.  Foto: AP


Un ferry transportaba madera extraída de la selva amazónica, en el río Guama en Belém, en el estado brasileño de Pará. Foto: AP

Desafíos

Mientras no se recuperan esos mercados, el sector turístico de Brasil, país con 213 millones de habitantes, sigue viviendo profundamente del mercado interno.

“¿Estoy diciendo que Brasil puede alcanzar con el turismo el 18% de su PBI, como Portugal?

Freixo admite que Brasil necesidad de invertir más en infraestructura, en capacidad de mano de obra y en promoción, pero este aspecto choca con la «falta de mentalidad política», lo que transduce en dificultades en la financiación para Embratur, que no puede recbirsos públicos debido a su estatus de agencia.

La semana pasada, cerró un acuerdo con Senac y Sesc, dos instituciones privadas del sector comercial, para recibir 100 millones de reales anuales (unos 20 millones de dólares) para ayudar en su arado.

Pero estos números están lejos del presupuesto de sus principales competidores: en 2019, según números de Embratur, Brasil invirtió 13 millones de dólares en promoción turística, frente a los 60 de Argentina, 160 de Colombia o 490 de México.

Freixo explicó que además de los primeros pasos en el cargo, tuvo que concentrarse en montar un equipo técnico, reorganizar la institución y profundizar en el debate sobre el turismo en los medios de comunicación. “Ahora tenemos que hacer que los números nos den la razón”, concluyó.

Fuente: EFE

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