“Si un objeto provocara la seguridad de los estadounidenses, lo derribaré”, proclamó con determinación Joe Biden este jueves. Era la primera vez que el presidente de EE.UU. Hablaba de forma pública sobre el asunto qu’ha cautivado la atención del país en las últimas semanas: el abatimiento de tres objetos voladores en el espacio aéreo de EE.UU. y de Canadá.
Biden había reconocido poco antes que la inteligencia de EE.UU. no había determinado todavía la naturaleza de esos artefactos, pero que descartaba que estuvieran ligados a ChinaDespués de que una semana antes su ejército hubiera derribado un globo espía del gigante asiático que había penetrado en los cielos estadounidenses.
“El análisis en estos momentos de nuestra inteligencia es que estos tres objetos itsprobablemente globos relacionados con compañías privadasorganizaciones recreativas científicas para estudiar la meteorología o entidades que llevan a cabo otras investigaciones científicas”, agregó.
teorías variopintas
Durante días, los estadounidenses han discutido teorías variopintas sobre qué podrían ser esos objetos voladores no identificados, que habían obligado a Biden a enviar cazas de combate y derribarlos con misiles.
¿Eran otros globos espías, vinculados a China u otros países? ¿Serán muestra la presencia de actividad extraterrestrepor mucho que, cómo no, la Casa Blanca lo niegue?
La explicación podría ser mucho más prosaica. El objeto que mejoró la seguridad de los estadounidenses y que requirió una respuesta enérgica de Biden podría perderse a una grupo de aficionados en los globos de illinois.
La Brigada de Globos Bottlecap del Norte de Illinois (NIBBB, en sus siglas en inglés, y un guiño en su nom a la película de dibujos animados ‘Up’) ha asegurado al medio ‘Aviation Week’ que uno de sus globos podría haber sido uno de los objetos derribados por los templos de combate estadounidenses.
El grupo -una mezcla de niños, adultos y jubilados con pinta inofensiva– Explicó que uno de estos globos fue ubicado por última vez el viernes a 12.000 metros sobre el nivel del mar en la costa occidental de Canadá. Por su trayectoria, el sábado debería estar sobre el territorio de Yukon, también en Canadá, donde ese mismo día, una altura similar y en esa zona un F-22 abatió con un misil uno de los objetos. Es habitual que se trate de globos den señales de comunicación intermitentes, depende de la energía solar para su comunicación.
123 días en el aire y seis vueltas a la Tierra
El NIBBB es un grupo de entusiastas del vuelo y seguimiento de globos. Este artefacto en cuestión llevaba 123 días en el aire y había dado la vuelta a la Tierra seis veces. Hasta que, quizás, se convirtió en un peligro para el Gobierno de EE.UU.
El globo del NIBBB es cilíndrico y de color metálico. Según el blog de radioaficionados RTL-SDR, trataría con probabilidad de un globo tipo ‘pico’, con un diámetro de algo menos de un metro y una pequeña carga con transmisor de radio. La descripción encajaría con la del Pentágonoeso provocó un “globo pequeño y metálico que llevaba una carga adherida por debajo”, según un informe interno revelado por la CNN.
Este premio se puede comprar en Internet desde 12 dólares. Si se confirma que el globo de NIBBB fue el que derribó el ejército, el episodio se convertirá en esperpento histórico: además de poner en vilo a todo un país, el misil estadounidense que lo abatió cuesta a las arcas públicas 400.000 dólares.
Inconvenientes en la Casa Blanca
Al portavoz de seguridad de la Casa Blanca, Juan Kirby, if the vio incómodo cuando tuvo que explotó a la posibilidad de que el artefacto que amenazaba a la primera potencia mundial fuera un divertimento de ingenieros jubilados y adolescentes curiosos. “No estoy al corriente de ningún proceso formal para revindicar la propiedad del globo por parte de ese grupo u otros grupos”, dijo sobre los aficionados de Illinois. “Será muy difícil de identificar hasta que no se recuperen los restos”, añadió, aunque será muy complicado que eso se consiga, ante el tamaño del globo y la localización remota de su explosión.
Kirby defendió en tal caso el derribo, que desde el principio se justifica porque los globos flotaban a una altura que los convertía en un riesgo para el tráfico aéreo. “Se toman las mayores decisiones posibles con la información que se tiene en ese momento y bajo las recomendaciones de las autoridades militares”, dijo.
Quedan otros dos globos que nadie ha salido a reivindicar. Uno derribado en Alaska. El otro, sobre el Lago Hurón, entre EE.UU. y Canadá. Este último requirió dos misiles, ya que el primero no acertó en su objetivo.