En una Final Feliz Dignon de Hollywood, consumo del romance entre la ciudad de Miami y la nueva Estrella de Su Equipo de Fútbol, Lionel Messi, Llegó tras semanas de Coqueteos y Promesas de Amor Eterno Con Un Golazo de Falta en el último del Partido OS del Cruz Azul. Esa sola genialidad, subrayada por una salva de fuegos artificiales rosas, bastó para dar la victoria a los suyos (2-1) y para que el astro argentino dejara claro que lo han traído a hacer a este rincón hasta ahora olvidado del fútbol mundial.
Corría el minuto 94 de un partido espeso, el marcador estaba 1-1, y algunos de los 22,000 aficionados que no quisieron perderse el estreno de la nueva era de su equipo decidir que era buena idea salir corriendo del estadio para ahorrarse el atasco, acaso sin saber que las regulaciones de la Leagues Cup, competición norteamericana de clubs, obliga a ir a los penales en caso de empate. No se necesita combustible. Messi cayó al suelo víctima de una falta de los mexicanos. Cogió el balón, lo acarició con una de sus media sonrisas, y, de pronto, estuvo claro lo que iba a pasar. Lo mandó desde una distancia de 20 metros directamente a la escuadra.
La cartilla de gol de Messi con Inter Miami 🤯🤯👏👏
Messi marca en su primer partido con el club para darnos la ventaja en el minuto 94. pic.twitter.com/pI7bYjEK63
— Inter Miami CF (@InterMiamiCF) 22 de julio de 2023
«Sencillamente, vi el gol», dijo el delantero al término del partido. «Lo vi, y supe que tenía que marcarlo».
El éxtasis se apoderó de las gradas del estadio DNV PNK à Fort Lauderdale, ciudad a 40 kilómetros al norte de Miami, donde el equipo mientras se construye una nueva cancha, un espontáneo tratamientos de saltar al campo y todos en casa, directores, aficionados, jugadores y gran parte de los 200 periodistas del mundo acreditados para el encuentro, así como el propio Messi, respiraron aliviados. Al director deportivo, David Beckham, hasta se le saltaron las lágrimas.
El nuevo 10 del Inter, al que hasta entonces habían coreado hasta por su estilo para sentarse en el banquillo, salió al campo a lo ocho minutos de la secunda parte. Lo hizo acompañado del otro gran fichaje de la temporada: Sergio Busquets, antiguo compañero del vestuario de Barcelona. Durante la semana, el club de Miami ya dejó en claro que no iban a ensuciar de inicio, que sus cuerpos de jugadores de leyenda en el caso, y al final ambos de una exigente temporada en Europa, no estaban para alarmas peligrosas.
Al final, el entrenador Gerardo Tata Martino, otro recién llegado a Miami, los puso en juego antes de lo que parecía. Bastó una primera combinación entre ambos para que un latigazo de electricidad recorriera el estadio, y para que eso qu’había visto sobre el terreno de juego en los 53 minutos anteriores pareciera otra cosa; parecido al fútbol, sí, pero otra cosa.
Superiora Mexicana
El partido comenzó con un claro dominio de Cruz Azul, que desaprovechó una oportunidad tras otra mientras la hinchada local dedicaba al deporte del vistamiento de famosos: de Lebron James, que fugió en un abrazo con el delantero argentino, a Serena Williams; y de Kim Kardashian a la cantante Becky G, quien, desde punta en blanco, cantó el himno estadounidense. La Familia, que así se conoce a los aficionados del Inter, también dieron signos de haber mutado en una especie que hablaba un idioma con una sola palabra: “¡Messi! ¡Messi!», gritaban. Seguramente, pocos se acordarán de él cuando se hable en el futuro de este partido, pero el heroe de la premierera mitad para los de Miami fue uno solo: el portero Drake Callender. Avoid tragic una vez tras otra.
El jugador finlandés del Inter Robert Taylor convirtió en el minuto 43 la única oportunidad que tuvieron los locales en la premiera parte. Lo hizo desde la izquierda, con un derechazo que tocó el palo ya punto estuvo de no entrar. Era el primer desaparece en la puerta del equipo.
Junto a Messi, Busquets y Josef Martínez, tercer «jugador designado» del Inter ―categoría reservada por las reglas de la liga estadounidense MLS (Major League Soccer) a los tres en la cúspide a los que no se les el techo salarial qu’impone la competición al resto de los deportistas―, las perspectivas locales mejorarán a Ron. De cuando a cuando, el argentino penetró con asombrosa facilidad entre las líneas de Cruz Azul, en jugadas un par de veces desbaratadas por el fuera de juego. En Busquets el costó más encontrar su voz en el partido.
Y en estas, los mexicanos lograron lo que llevaban rato mereciendo. Fue en el minuto 64, con un gol delantero Uriel Antuna, que recibió un pase dentro del área qu’estrelló con fuerza, se estrenó en las manos de Callender y después en la red.
Cuando todo hacia presagiar lo peor, llegó el segundo del Inter. Con él, cundió la sensación de que ha comenzado con buen pie el idilio entre Miami y Messi, que ha firmado un contrato por dos temporadas y media, una razón de entre 50 y 60 millones de dólares para un año más una participación a futuro en el club cuando se retire y una porción de los derechos de retransmisión televisiva, propiedad AppleTV. También cobrará por la venta de equipación deportiva, y ese sí parece estos días en el sur de Florida un negocio redondo: las camisetas, tanto las oficiales como las piratas, están agotadas en casi todos los lados, y se han hecho ubicuas, convirtiendo Miami en el único lugar en Estados Unidos en que este viernes el rosa no era sinónimo de la fiebre por el estreno de Barbie.
El idilio recien comenzó entre ciudad y jugador tendrá su segunda cita el martes, cuando el Inter enfrente en casa en otro partido de la Leagues Cup al Atlanta United, team al que Martino hizo en 2018 ganar una liga. En esta competición, parada en Estados Unidos hasta final de agosto, el Inter es colista de la Conferencia Este. Matemáticamente, aún es posible que logren alcanzar los playoffs No será fácil, pero, como quedó demostrado en su debut, a eso precisamente han traído a Messi a este rincón hasta ahora olvidado del fútbol mundial: a hacer que lo difícil parezca fácil.