Durante los últimos meses, los aficionados al baloncesto de todo el mundo han estado encantados con los partidos de un joven jugador francés de 19 años: Victor Wembanyama. Los comentaristas ven en él un “prodigio” y prometerle una carrera histórica.
Su particularidad visible es ante todo ser alto, muy alto: mide 2,21 metros. Pero no solamente. Sobre todo, es ágil, rápido y habilidoso. Un cóctel raro en la canasta donde, contrariamente a la creencia popular, los jugadores muy altos no son designados por los grandes campeones. Para entender por qué, es necesario apelar a algunas nociones de biomecánica.
Explicaciones en vídeo, con el preparador físico de la selección francesa de baloncesto, Manuel Lacroix.
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