[Le 1er mars s’ouvre le One Forest Summit de Libreville, au Gabon, avec l’objectif de préserver les forêts tropicales]
A medida que la pandemia de Covid-19 continúa, TotalEnergies está jugando al aprendiz de brujo, con la bendición del gobierno. Su proyecto EACOP (East African Crude Oil Pipeline) amenaza con provocar la aparición de brotes infecciosos, riesgo que la multinacional y sus aliados bancarios e institucionales ignoran por completo. La compañía se está preparando para perforar 400 pozos de petróleo en Uganda, incluidos 132 en la reserva natural de Murchison Falls, que alberga ecosistemas como ningún otro.
Para transportar el hidrocarburo a la costa de Tanzania, planea construir un oleoducto calentado de 1.443 kilómetros que cruzará puntos críticos de biodiversidad mundial, como Albertine Rift. En diciembre de 2022, en Montreal, la COP15 sobre biodiversidad confirmó la urgencia de tomar medidas para detener la sexta extinción de la vida: ¡el proyecto EACOP solo la acelerará!
SIDA, ébola, chikungunya
La deforestación masiva y la construcción de carreteras amenazan la supervivencia de muchas especies animales. Además, se espera que EACOP produzca hasta 34 millones de toneladas de CO2 por año, lo que ha contribuido al cambio climático y ha afectado a la fauna y flora a largo plazo. ¡Y no son los árboles que TotalEnergies promete plantar los que compensarán este daño irreversible!
El impacto en la salud de EACOP también promete ser enorme. Cientos de estudios científicos muestran el vínculo entre la destrucción de la biodiversidad y la aparición de enfermedades infecciosas. Esto es particularmente cierto en las áreas tropicales, que son ricas en diversidad animal y vegetal, pero también en microorganismos, ya que los virus, las bacterias y los parásitos forman parte de la biodiversidad.
Durante cuarenta años, la lista ha seguido creciendo: sida, ébola, chikungunya, virus Zika, MERS, Nipah, virus del Nilo Occidental, fiebre hemorrágica de Lassa, SARS-CoV1, Covid-19: estas nuevas enfermedades infecciosas son zoonosis, es decir , se han transmitido de animales a humanos.
Los científicos han demostrado claramente que la deforestación – practicada para explotar minas y madera o desarrollar ganadería y monocultivos de palma aceitera y soya – provoca frentes de contacto entre la vida silvestre y los humanos; además, altera un servicio ecosistémico proporcionado por la biodiversidad, llamado “el efecto de dilución”.
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