Hace unos diez años, Anne-Sophie Joly buscaba trabajo en el sector del diseño de interiores. Envía su CV en línea y rápidamente recibe una llamada de una agencia de contratación. “La persona en el teléfono encontró mi perfil extraordinario y quería verme lo antes posible”, recuerda ella. La cita se toma la misma tarde en un café. “Ella había llegado antes que yo. Me uní a ella… Pero rápidamente me di cuenta de que el trabajo no sería para mí: vi su mirada, su rostro decaer cuando me acerqué. »
En una situación de obesidad, MA mí Joly ha aprendido a lo largo de los años a interpretar las miradas que se le traducen. A menudo entregan lo que la propiedad social evita decir. El de su interlocutor del día le decía que su físico le iba a impedir tener el puesto. “En una entrevista, en la calle, en la panadería… Conocemos estas miradas por experiencia del decodificador… Todo esto es terriblemente humillante. »
En la empresa como en la sociedad, la discriminación puede darse en el día a día de las personas obesas. A menudo en silencio, representan un verdadero obstáculo durante el reclutamiento, como lo confirman varios estudios. En 2005, el sociólogo Jean-François Amadieu había realizado una prueba (una prueba a gran escala, con un panel) sobre el tema. Había demostrado que en el sector de la televenta se producía una discriminación grosofóbica en la contratación.
Más recientemente, en 2016, un barómetro elaborado por el Defensor de los Derechos y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó que “Las mujeres obesas reportaron ocho veces más frecuencia que las mujeres con un IMC normal [l’indice de masse corporelle, qui permet d’estimer la corpulence d’une personne] sido discriminados por su apariencia física. Los hombres obesos la reportan tres veces más que los hombres de peso “normal”. »
Una idea tenaz recibida
En cuestión, en particular, los estereotipos de los que son víctimas las personas obesas. “El empleador puede atribuir características morales negativas a las personas consideradas demasiado gordas como la pereza, explica la socióloga Solenne Carof, autora de Grossofobia (Ediciones de la Casa de las Ciencias Humanas, 2021). También presupone que tendrán más problemas de salud. » Otro freno: “Nuestro cuerpo es una herramienta de comunicación y sabemos lo importante que puede ser la comunicación no verbal”explica Thibault Deschamps, presidente del programa de prevención de la salud Vivons en forme.
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