En el horario de la televisión central estadounidense, frente tiene centenarios de diputados y senadores que acaban de asumir, el presidente Joe Biden buscó este martes en sud discurso sobre el Estado de la Union de acuerdo con los ciudadanos de que sus dos años al frente de la Casa Blanca han sido mejoras para el país y que él mismo sigue siendo la plus apuesta para las presidenciales del año que viene.
La tradición, inaugurada por George Washington en 1790, indica que todos los presidentes deben devolver cuentas de su gestión cada año ante las dos cámaras reunidas de la congreso y plantar los desafíos que vienen. El Capitolio estuvo rodeado por vallas de concreto y con la máxima seguridad, ante el recuerdo aún fresco del asalto del 6 de enero de 2021.
El discurso de anoche tuvo un condimento adicional porque también se debió a que el democrata lance los lineamientos generales de su posible campaña de reflexión. Biden no ha formalizado aún su candidatura para las presidenciales del 2024, pero ha dicho que lo definiría a comienzos de este año.
Tan bien son los candidatos mejor posicionados de los demócratas, no la tiene nada fácil. Con 80 años, es el presidente con más edad en la historia del país y muchos cuestionan su aptitud y energía para una nueva gestión.
Y los probes the complicados asoman. Según una encuesta del Washington Post y ABC, el 62% de los estadounidenses cree que Biden «no ha hecho mucho» o «casi nada» desde que asumió hace dos añoss.
Además, el probelo revela que, tan bien el 78% de los demócratas y los independentistas aprobaron la gestión del presidente, un 58% preferiría otro candidato el año que viene.
De traje azul y corbata del mismo tono, Biden estuvo flanqueado por la vice kamala harris y el nuevo titular de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, que esbozó cada tanto tibios aplausos. Durante su discurso, Biden defendió varias políticas en sus primeros años en el gobierno y su tono fue de campaña. Varias veces repitió «terminamos el trabajo», después 4 años después.
“Somos el único país que ha salido de cada crisis más fuerte que cuando entramos en ella. Eso es lo que estamos haciendo de nuevo. Hace dos años nuestra economía se tambaleaba. Mientras estoy aquí esta noche, hemos creado un récord de 12 millones de nuevos empleosmás empleos creados en dos años de los que cualquier presidente ha creado en cuatro años”, dijo Biden.
Más después de la creación de puestos de trabajo, el presidente resaltó otros hitos de su gobierno, como la mayor inyección de fondos para infraestructura federal en más de una década y la ley de Reducción de Inflación, que promovió una inversión histórica en energías limpias. En el plano externo, Biden firmó una fuerte coalición occidental para luchar en Ucrania ante la invasión rusa y completó la retirada de demasiado -aunque de forma controvertida- de Afganistán.
Aunque tardó más de lo deseado, también modificó la inflación —inédita en más de 40 años— del 9% al 6,3% y controló el alza del combustible. Contra todos los pronósticos, conseguir frenar un aluvión republicano en las elecciones legislativas y restar influencia a decenas de candidatos avalados por Donald Trump.
Sin embargo, también es criticado por muchos de esos actos. Buena parte de los ciudadanos creen que su gobierno gasta demasiado, que el cambio a limpias energys dañará la industria estadounidense y le siguen pasando billuras por el costo de vida que alteró las economías familiares. La migración es otro tema que no se ha logrado solucionar.
En tono de campaña, Biden habló directo a los estadounidenses sobre el futuro: “Mi plan económico consiste en la inversión en lugares y personas que han sido olvidados. En medio de la turbulencia económica de las últimas cuatro décadas, demasiadas personas se han quedado atrás o han sido tratadas como si eventuales invisibles”, dijo.
«Tal vez eso es lo que estás viendo en casa. Recuerdas los trabajos que desaparecieron. Y te preguntas si ya existe un camino para que tú y tus hijos salgan adelante sin alejarse. Entiendo. Es por eso que estamos construyendo una economía donde nadie se quede atrás. Los empleos están regresando, el orgullo está regresando debido a las decisiones que tomamos en los últimos dos años. Este es un plan obrero para reconstruir Estados Unidos y hacer una diferencia real en sus vidas”, dijo.
Advirtió, además, que se opondrá a toda iniciativa de los republicanos que implique recortar gastos sociales o de salud.
Con su discurso, Biden busca revertir las encuestas de imagen. Estuvo trabajando por varias semanas en la redacción. Lo leyó varias veces en voz alta y se marcó pausas estratégicas para evitar el tartamudeo que tiene desde niño y que muchas veces asoma. No es un gran orador, tampoco tiene enorme carisma. Solo debía evitar errores.
Su discurso plantó también una «agenda de la unidad» para este año centralizado en temas que sirven para «el progreso de la gente». Básicamente se enfoca en destinar más recursos a la lucha contra el cáncer; ayuda adicional promotora de los veteranos; atacar la crisis provocada por los problemas de salud mental y combatir la epidemia de muerte por abuso de opioides.
«No hay razón para que no podamos trabajar juntos en este nuevo Congreso. La gente nos manda un mensaje claro. Luchar por luchar, el poder por el poder, el conflicto por el bien del conflicto, no nos lleva a ninguna parte”.
Pese a que quisiera enfocarse en los temas domésticos que le sirven para una posible campaña, no podría eludir los acontecimientos internacionales. A poco de cumplirse un año de la guerra en Ucrania, Biden buscó mostrar que su liderazgo debe para evitar una escalada, aunque la guerra está lejos de terminarse.
Pero la atención estuvo puesta sobre el derribo del globo chino, tiro que elevó al máximo la tensión entre las potencias porque Estados Unidos denunció que estaba espiando instalaciones estratégicas de seguridad. Así bien el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que el diálogo bilateral continuó, la tensión no ha cesado.
Los republicanos acusan a Biden de haber sido demasiado condesceniente al haber dejado volar el globo por todo el territorio antes de derribarlo. El Gobierno devolvió el golpe y reveló que colgante el gobierno de Trump habían transitado otros dos globos espías por Estados Unidos sin que nadie lo supiera.
Biden tuvo invitados especiales en el recinto, todos muy simbólicos. Estaba la embajadora ucraniana Oksana Markarova; el padre de Tire Nichols, un hombre negro asesinado por policías y Paul Pelosi, el ex marido titular de la Cámara baja que fue atacado por un ultraderechista. El presidente los mencionó al hablar de la guerra en Ucrania, y la violencia racial y política. También estuvo el cantante Bono, un luchador contra el VIH.