Ie Vélib’ se aprovecha de la moda de la bicicleta. La bicicleta de autoservicio que recorre París y unos sesenta municipios de su periferia, operada por la empresa Smovengo, cuenta con unos 400.000 abonados, más que en los años 2007-2017, cuando el servicio estaba dirigido al gigante de la publicidad JCDecaux. Con 44 millones de cursos realizados en 2022, el servicio superó el nivel previo al cambio de operador y la pandemia. Cada bicicleta se usa de cuatro a siete veces al día. La creación de muchas rutas ciclistas, en París pero también en sus suburbios, sin duda contribuye a este resultado.
Entonces, ¿todo está bien para Vélib’? No del todo. En 2022, el uso de bicicletas de autoservicio en París solo descendió un 13%, una tendencia inferior a la del uso de ciclovías (+19%), según el informe de viaje de la Ciudad de París. Los clientes habituales deploran en particular, como lo demuestran los comentarios en línea, las bicicletas averiadas y las estaciones vacías.
Además, un informe de auditoría, publicado en junio por la empresa Rise Conseil, reavivó la rivalidad entre la comunidad, el Syndicat Autolib’ et Vélib’ Métropole (SAVM), formado por funcionarios electos de los municipios en cuestión, y su proveedor Smovengo, un consorcio a medida creado por agentes económicos de los sectores de la bicicleta (Quince), el aparcamiento (Indigo) y la movilidad (Mobivia, Moventia).
La auditoría de Rise Conseil, que se refiere al período 2018-2021, el inicio de operaciones de Smovengo, emite un juicio severo. “La calidad del servicio no es satisfactoria” y no cumple con las expectativas de los usuarios ni con los términos del contrato con la autoridad pública, indican los consultores. El índice de satisfacción de los usuarios, medido cada año por Ipsos, no supera el 50% en 2021, muy por debajo del 88% registrado en 2010, en la época de JCDecaux, pero también, como señala amargamente la auditoría, a satisfacción de los clientes de SNCF (59%) o RATP (89%).
Servicio de déficit de bicicletas
Si el número de estaciones, 1.400, está en línea con el objetivo contractual, el servicio escasea de bicicletas. Podríamos alquilar, en 2021, 17.000, de los cuales 7.000 eléctricos, carenados en azul, y 10.000 clásicos, en verde. Eso es alrededor de 3.300 menos de lo prometido.
Los usuarios también se quejan del mal estado de las bicicletas y de la dificultad para encontrar una Vélib’ eléctrica. Estos, dado su tiempo de recarga, permanecen inmovilizados en la estación durante mucho tiempo.
La SAVM, el Ayuntamiento de París y Smovengo dicen compartir el mismo objetivo de mejora. Pero la comunidad y el operador, que aceptan “relaciones estrechas”se contradicen a la hora de definir sus respectivas responsabilidades.
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