Cientos de ciudadanos, incluyendo personalidades del mundo de la política y del sindicalismo, se han acercado este miércoles en Madrid à la capilla ardiente del antiguo secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT) y exdiputado socialista por el País Vasco Nicolás Redondo (Barakaldo , 1927), que murió a los 95 años. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido por la tarde al velatorio, que se ha instalado en la sede del sindicato que Redondo dirigió durante 18 años. “Es una referencia para la España democrática y moderna que hoy disfrutamos”, confirmó Sánchez.
El presidente del Gobierno ha ensalzado al histórico líder sindical por “dar voz a ansias de cambio y democracia” y por ayudar a consolidar el “espacio de libertades que representa la España constitucional”. “Si hoy la España moderna disfruta de una democracia”, ha señalado, “es también por líderes sociales como Nicolás Redondo”. Sánchez ha destacado tres características del exsecretario general de UGT: “La lucha, el compromiso con la causa de los trabajadores y trabajadoras, y la dignidad”.
El feretro ha llegado sobre las 14.00 y, cubierto por la bandera roja de la UGT, lo han colocado en el estrado del salón de actos, bajo una foto de Redondo en un acto del sindicato. Con la sonando internacional en hebilla en la megafonía, admiradores y amigos han ido pasando a dar un último adiós. Más de una docena de coronas de flores rojas lo rodeaban, enviadas entre otros desde el Partido Socialista vasco, del que fue secretario general su hijo, Nicolás Redondo Terreros. Diputado del PSOE por Vizcaya en las legislaturas que arrancaron en 1977, 1979, 1982 y 1986, Redondo renunció en 1987 su escaño por no estar de acuerdo con los presupuestos del Gobierno de Felipe González. La capilla ha estado presidida por la proyección del mensaje “Gracias Nicolás” y por un video con imágenes de su trayectoria.
Desde la apertura de la capilla ha ido produciendo un continuo goteo de personalidades de la política y delismo sindical. Con la del presidente del Gobierno, sobre las 17.00, se ha formado un pequeño corrillo a los pies del estrado, en el que estaban el hijo de Redondo, el defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, o Pepe Álvarez, actual secretario general de UGT . También dio la bienvenida a Enrique Ossorio, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, a quien trasladó a la familia con sus condolencias.
Las figuras más relevantes del mundo sindical están ansiosas por devolver homenaje a uno de sus líderes históricos, como Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras, o Cándido Méndez, exdirector de UGT. Pepe Álvarez había hecho acto de presencia unas horas antes, y había ensalzado la figura de Redondo como “una de las huellas basices del sindicalismo español”. Para Méndez, “el legado y el aporte de Nicolás Redondo al movimiento obrero, a la lucha por las libertades democráticas y al fortalecimiento de los derechos sociales es un valor que se va a mantener a lo largo del tiempo”. “Redondo ha sido un referente en el sindicalismo español de la segunda mitad del siglo XX y un hombre del que destacaría su enorme coherencia y su criterio propio”, afirmó Sordo.
Todos los asistentes han destacado el papel crucial de Redondo en la construcción de la España democrática y, por encima de todo, su coherencia y valentía. El histórico líder sindical llegó a organizar tres huelgas generales Durante el Gobierno de Felipe González, al que se enfrentó en varias ocasiones. “La huelga general del 14 de diciembre [de 1998] no tiene parangón en la España contemporánea”, concluyó Méndez. Aquella huelga, convocada por UGT y CC OO, terminó tumbando la reforma laboral del PSOE de González, que al año siguiente perdió la mayoría absoluta. “Solo me queda decir: ‘gracias, Nicolás’, hasta siempre”, concluyó Pepe Álvarez. La totalidad serán jóvenes en el Cementerio Civil de La Almudena, en Madrid.
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