Los funcionarios del gobierno consideran que los seguidores de Jair Bolsonaro tienen información previa.
Los destrozos fueron muchos y muy evidentes en el Palacio de Planalto luego del asalto que llevaron a cabo este domingo miles de seguidores de Jair Bolsonaro en ese lugar, así como también en el Parlamento y la Corte. Sin embargo, con el correr de las horas, un hecho «muy grave» preocupó a las autoridades: el robo de armas, municiones y documentos del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de la sede del Ejecutivo brasileño.
«Hay algo que llama la atencion. Tenían información de lo que podrían sacar de aquí. Se levantaron armas, documentos, municiones. Esto es muy grave, porque significa que había información», dijo el secretario del Ministerio de Justicia, Wadih Damous, en un video en el que se lo ve junto al primer ministro de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia de Brasil, Paulo Pimenta .
En las imágenes se pueden apreciar los maletines de estaban guardadas las «armas letales y no letales». «¡Otro crimen más cometido por los enemigos de la democracia!», coincide con el texto de la publicación en Twitter.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Social, Wellington Dias, aseguró que los manifestantes que ingresaron este domingo al Palacio de Planalto Robaron documentos de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), además de armas y discos duros de las computadoras.
“Dios sabe por qué, pero había profesionales que estaban robando documentos ABIN, sector de armas, HD de computadora… Se trata de estafadores, terroristas y delitos de todo tipo”, manifestó el funcionario.
Dias dijo también que «el delito más pequeño era destruir obras de arte» de la sede del Ejecutivo brasileño.
El mobiliario de los palacios fue destrozado y arrojado por las ventanas a la calle. Tras el violento ataque, los funcionarios encontraron tirados por el suelo de los despachos pinturas al lienzo rasgadas, computadoras, impresoras y televisores dañados.
Los seguidores de Bolsonaro no creen el resultado de las elecciones del pasado 30 de octubre, en las que Lula derrotó al ahora expresidente Jair Bolsonaro por un estrecho margen de menos de dos puntos porcentuales.
Este domingo, encaramados en la rampa del Congreso Nacional, los extremistas corearon consignas pidiendo la intervención de las Fuerzas Armadas, pero los militares no acudieron al lamado y sus comandantes mantuvieron en estricto silencio.
De acuerdo a información oficial, las fuerzas de Seguridad detuvieron al menos a 400 manifestantes.
Daniel Scioli: “Hubo como zona franca”
El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, catalogo como «dramatico» el robo de armas que, según denunciaron funcionarios del gobierno brasileño, ocurrió este domingo colgante el asalto al Palacio de Planalto, y deslizó que hubo «una zona liberada».
“La campaña que hizo Bolsonaro de armamento de la población exige la máxima atención en este sentido. Hay mucha gente armada y en este caso más grave aún porque hijos más sofisticados que estaban en Planalto y están en pleno desarrollo de la investigación”, indicó el exgobernador bonaerense en TN.
Además, añadió que, según su percepción, «hubo como una zona liberada». “En las imágenes se ve cómo ingresaron a Planalto y todo lo que hicieron. Quedó todo destruido”, remarcó.
Scioli revela que los manifestantes «no pueden entrar a la oficina de Lula porque tenían una protección especial» y, en paralelo, aseguró que el presidente brasileño «está indignado con el gobernador de Brasilia» porque «los micros que ingresaron (a la capital con manifestantes) no eran precisamente de turistas”.
«Es mucho más grave que lo que vimos en el Capitolio porque se atacaron en simultáneo los tres poderes del Estado», cumplido.
ES